¡Qué gobiernazo!

¡Qué gobiernazo!

La destemplada y grosera reflexión de una funcionaria del gobierno sobre el informe de la comisión presidencial que investigó los libros de texto méxico-haitianos que filtraron por la puerta del patio, indica el desprecio sobre la opinión ajena.

Llama la atención que la respuesta o el comentario lo ofreciera un funcionario y no el titular de la  cartera de Educación.

La señora puede tener todos los títulos del mundo, los doctorados e investigaciones más elevados en lo que se refiere a la enseñanza aunque fue reprobada en educación.

Lo cortés, dice el refrán, no quita lo valiente.

Siempre pienso en el poeta español Juan Ramón Jiménez quien habló de las liviandades de una mujer con estos términos refiriéndose a una fémina de Moguer: cuya belleza fue merendero de un sin fin de alegrones“.

El comentario-respuesta-boche de la intolerante señora es un reflejo del engreimiento de funcionarios sabelotodos borrachos de poder y de “sabiduría” que piensan que tienen derecho a romper los platos, la bandeja, volcar el agua sobre el mantel y esperan ser aplaudidos por los comensales, pero, puestos de pie, por favor.

Ese gobierno tiene una característica muy interesante: no ha resuelto un solo problema.

Apena ver a tantos compañeros que en el pasado decían trabajar por la Patria, por el bienestar y nos engañaron pues se trataba de posiciones para engañar, poses para apantallar. ¡Allantosos!

Bastó con que tuvieran la oportunidad de ejercer el mando para que se les levantaran las faldas y mostraran sus vergüenzas.

Esos malhadados libros de texto son una nueva demostración del desprecio por los valores nacionales.

Suerte que ellos juraron, dijeron, se comprometieron a convertir en realidad el plan de Juan Pablo Duarte.

¡Cuántas veces han matado a Duarte!

No han sido capaces, siquiera, de respetar la cacareada y siempre proclamada divisa: servir al partido para servir al pueblo.

¿Será que la mejor forma de servir al partido es cuando se tiene un bolsillo lleno de dinero, sin que importe la procedencia de esos bienes?

¿Será que la mejor forma de servir al partido es multiplicando la corrupción?

¿Será que la mejor forma de servir al partido es siendo permisivo ante el alarmante aumento de la criminalidad?

¿A quién conviene la inseguridad?

Puede que no alcance a entender la filosofía de la educación que tiene y aplica este gobiernazo.

Veamos: práctica de la corrupción desde el gobierno;  desnacionalización de la enseñanza; fomento de la inmigración extranjera ilegal; escandaloso aumento de la deuda externa y de la deuda con suplidores, contratistas, banca y comercio en general. Y paro de contar.

¡Qué gobiernazo!

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