En resumen, el crecimiento económico norteamericano en los próximos seis trimestres será bastante mayor que el pésimo desempeño en el 2008 y en el primer semestre del 2009, lo que mejorará el comportamiento de los principales motores de crecimiento de nuestra economía: remesas, zona franca, turismo, etc.

Sin embargo, todo indica que el efecto en nuestro país del crecimiento de la economía norteamericana no será vigoroso sino modesto en el 2010, debido al débil incremento proyectado del consumo y al alto nivel de desempleo de la economía norteamericana en los próximos seis trimestres.

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional nos permitirá resolver el problema de flujo de caja hasta los últimos meses del año 2010, pero no será suficiente ni para cubrir el 2011 y 2010, ni para volver  a los niveles de crecimiento económico con creación de decenas de miles de empleos. Esto sólo se logrará cuando el liderazgo político del país entienda nuestra mayor fortaleza:

Somos uno de seis países del mundo con acceso libre de impuestos a 500 millones de consumidores reales (el mercado norteamericano, el canadiense y el de la Eurozona), fortaleza que hasta ahora hemos desperdiciado. ¿Qué le hace falta al país?:

1. Una drástica reingeniería en los gastos para producir un gran ahorro que permita una importante inversión en los sectores que exportan bienes y servicios.

2. Demoler, no importa el costo político, las barreras que hemos erigido en las últimas dos décadas y que han erosionado profundamente nuestra competitividad, para poder asegurar  vigoroso y sostenible crecimiento económico con equidad social a partir de de 2010.