Qué hacer con el dinero

Qué hacer con el dinero

Cuando la gente común olfatea los problemas y se angustia por la lectura de innumerables artículos de prensa que hacen analistas y expertos sobre la situación económica del país, comienzan a sentir un cosquilleo interior que los asusta.

A ese caldo de preocupaciones locales se añaden las noticias que vienen del exterior, donde todo apunta a otra crisis financiera mundial.

Las personas actúan en cuanto a su dinero igual que lo hacen cuando tienen la presión arterial muy alta. Corre de inmediato al médico. En el caso que nos ocupa, esas personas buscan la ayuda de algún amigo economista para que los asesore. También lo hacen empresarios importantes, acostumbrados a no tener a ningún economista entre su personal profesional.  

Ahora resulta que amigos y conocidos comienzan de nuevo a preguntarme qué hacer con sus ahorros o como veo el panorama, tal como sucedía en los años 2008 y 2009, cuando se desató la crisis financiera mundial.

En primer lugar, si sus ahorros están en el exterior, trate de usar un banco grande que tenga ramificaciones internacionales, porque esos bancos nunca quiebran aunque sean privados. En Europa o Estados Unidos, por ejemplo, cualquier banco mediano o grande que quiebre en este momento hundiría el sistema financiero mundial a un hoyo muchísimo más profundo que el de hace 4 años. Y si busca bonos del gobierno recuerde que en los países fuertes el interés es negativo (Alemania) y en los débiles son un riesgo peligroso (España).

Algunos optan por bancos de Panamá o Gran Caimán, que pagan mejores intereses en dólares.  

En cuanto al mercado de acciones, este resulta más rentable, dependiendo de su portafolio y de los riesgos que quiera asumir, aunque asesórese bien para que no lo pierda todo.

En segundo lugar, como lo anterior es para los adinerados, la mayoría de las preguntas se centran en los ahorros internos. Es inteligente guardar el dinero en pesos dominicanos a tasas que rondan entre el 7% y 9% (bancos) y hasta 13% (certificados de largo plazo del BC), con una inflación menor del 5%, que hacerlo en moneda extranjera. En los Estados Unidos esa tasa  ronda el 1% y es negativa calculando la inflación. También son muy rentables los bonos de Hacienda, que pagan tasas de hasta 17%, pero lo acaparan unos pocos.

Sin embargo, esta ventaja puede ser temporal. Primero, porque es probable que las tasas de interés vigentes sigan bajando si se quiere revitalizar la economía, que muestra marcados signos de deterioro. Solo hay que hablar con los dueños de negocios de cualquier tamaño o constructores de viviendas, que están con el grito al cielo, mientras el gobierno tiene un déficit descomunal y carece de fondos hasta para pagar sus deudas.

Lo segundo es preguntarse si las nuevas autoridades mantendrán el anclaje cambiario o comenzará a devaluar gradualmente hasta que el peso encuentre su justo valor respecto al dólar. De ser así, la relativa ventaja que ofrece el ahorro en pesos se reducirá gradualmente aunque es probable que siga siendo su mejor opción cuando todo se estabilice. 

Tenemos un sistema financiero fuerte y confiable por lo que es importante ahorrar localmente y no seguir pensando que el mundo se acaba mañana. Hay que evitar el consumismo, cambiando yipetas cada dos años, adquiriendo disparates por internet y endeudándose por encima de sus posibilidades. La cultura del dispendio está muy desarrollada en este país y eso tiene que cambiar, comenzando por el gobierno, que está obligado moralmente a restablecer la confianza en la economía y evitar el pánico.  

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