¿Qué hacer con la chikungunya?

¿Qué hacer con la chikungunya?

El brote de fiebre chikungunya o artritis viral sigue creciendo y todo hace temer que se convierta en una epidemia. Ya hay contagio comprobado en varias provincias, incluyendo Santo Domingo. A juzgar por factores ambientales y sociales, están dadas las condiciones para que aumente la población del mosquito que transmite esta enfermedad y también el dengue, del que se han registrado este año 2006 casos y 13 fallecimientos. A la chikungunya, cuyo nombre de origen africano significa “enfermedad del hombre encorvado”, no se le atribuye hasta el momento ningún caso de mortandad, pero los afectados padecen fiebre alta y dolores terribles en las articulaciones.

La pregunta sin respuesta en estos momentos es qué hacer para enfrentar la enfermedad. No se conoce tratamiento específico para atacarla y las autoridades sanitarias temen que los médicos confundan los síntomas de chikungunya con los del dengue y la traten como tal, empeorando la condición del paciente. La situación obliga a que las autoridades sanitarias orienten cuidadosamente no solo a la población, sino también a los propios médicos. Combatir el mosquito, destruyendo los hospederos, eliminando estancamientos de agua y extremando la higiene, es parte de lo que los ciudadanos pueden y deben hacer, y acudir al médico en caso de ser afectados por fiebres, dolores articulares y otros síntomas.

Paternidad irresponsable

Los hacedores de políticas sociales deben enfocar su atención hacia la irresponsabilidad paterna, un mal que en nuestro país motiva la tasa de sometimientos judiciales más alta de América Latina. En promedio, en el país son demandados anualmente 14 mil hombres por no cubrir la pensión alimentaria de sus hijos, y se calcula que el 80% de esos sometidos son reincidentes.

La necesidad de políticas específicas contra este problema está justificada en el hecho de que la falta de manutención hace a los niños muy vulnerables y deja sobre las madres una carga económica difícil de sobrellevar. Esas políticas tienen que enfocar también los aspectos socio-económicos, como la situación laboral y salarial del padre, para detectar si la no manutención es inducida por esos factores. Pero desde toda óptica, es escandaloso que tengamos esta tasa tan alta de fallas del padre en la manutención de los hijos.

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