BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
Estos gobiernos que sufrimos no han sido capaces de determinar cual es el primer problema que sufre el país y mientras las sucesivas administraciones se ahogan en un vaso de agua, la calidad de vida de los dominicanos se degrada un día sí y el otro también, en una cadena interminable de fracasos.

Cuando el gobierno emprende un plan y fracasa, quienes salimos perdedores somos los ciudadanos a quienes nos sacan el dinero de los bolsillos en una interminable borrachera fiscal que llena las arcas del gobierno de excedentes.

Me refiero, al problema de la generación, distribución y cobro de la energía.

Elogio, alabo, reconozco y reniego de la pasividad de nuestro pueblo, que con una paciencia similar a la de Job soporta callado la violación sistemática y sempiterna de sus derechos.

Ojalá que pronto se rompa el cántaro de las carencias que tantas veces ha ido al pozo por agua y retorna vacío. Por supuesto, no basta rezar, hacen falta muchas cosas para conseguir la paz.

Sí, porque paz es lo que necesita el pueblo dominicano, pero no la puede tener mientras carezca de los más elementales servicios que miden la diferencia entre la civilización y la barbarie.

Sufrimos, entre otras cosas, un grupo de engreídos filósofos de pacotilla, abogadillos de tertulias de cafetines y chulos, economistas de oídas que nunca administraron un colmado de barrio, politiqueros ensoberbecidos por un éxito súbito que desborda sus sueños, convertidos en tutumpotes por obra y gracia de la corrupción que no pueden ocultar en la ropa, en los vehículos, en las casas nuevas, en los viajes, en los bienes que adquieren. Pregunte a cualquier persona que paga el consumo cuál es el trato que recibe de la empresa eléctrica que le debe dar servicio.

Apagones súbitos, tan largos como los caprichos de empleados que no tiene la menor noción de lo que es el servicio al cliente, amenazas de sometimiento a la justicia cuando una brigada dice que se llevará el contador para analizarlo en un laboratorio que, según versión de gente de dentro, se ocupan de violarlo, alterarlo y multar al usuario.

Todo ello, sin que haya una instancia a la cual se acuda con la confianza de que el reclamo será atendido decentemente.

Todos los pueblos, incluyéndonos, han soportado abusos y han reclamado, forzado y logrado imponer el respeto a sus derechos. Todos los pueblos, incluyéndonos, han sido capaces de ganar las guerras que se vieron forzados a librar.

Desde siempre lo digo: no hemos sabido ganar la batalla de la paz. Paz significa tener gobiernos que se ocupen de proporcionar o regular los servicios fundamentales de agua, educación, energía y todos los etcéteras que podemos agregar.

Pero no, aquí no hay gobierno para resolver los problemas nacionales. Lo que hemos sufrido son muchos gobiernos de gente que llegó al poder con una mano adelante y otra atrás y regresó a su casa con bienes de fortuna que les sirven y les servirán a los nietos de sus nietos, sin que tengan que trabajar.

¿Fue que nos vacunaron a todos para que aguantemos tantas vainas?

Suerte que Trujillo era mujeriego porque si no…