¿Qué hacía el general secuestrado por las FARC en una zona roja de la guerrilla?

¿Qué hacía el general secuestrado por las FARC en una zona roja de la guerrilla?

Son pocas las cosas que están claras en el caso del general colombiano Rubén Darío Alzate, el responsable indirecto de la suspensión de las conversaciones de paz entre el gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC.

Se sabe que el militar está efectivamente en poder del grupo guerrillero, que lo capturó el domingo pasado cuando visitaba –vestido de civil y sin mayor escolta– un pequeño poblado ubicado en plena zona de conflicto, en el noroccidental departamento de Chocó.

Mientras, el presidente Juan Manuel Santos ya dejó claro que el proceso de paz no se reanudará mientras Alzate y dos acompañantes, que también fueron retenidos por la guerrilla, no hayan sido liberados.

Y todos coinciden en que, mientras esto no ocurra, el futuro de las pláticas estará bajo amenaza.

Más allá de eso, sin embargo, las preguntas no han hecho más que acumularse.

Y para muchos colombianos la más difícil de responder es: ¿qué hizo que un militar con la experiencia y formación de Alzate fuera a meterse desarmado en la boca del lobo?

Sin explicación satisfactoria

Hasta el momento las autoridades militares no han ofrecido una explicación satisfactoria para un comportamiento por el que el propio presidente Santos pidió explicaciones públicamente –a través de su cuenta de Twitter– al ministro de Defensa y el comandante general de las Fuerzas Armadas Colombianas.

«Quiero que me expliquen por qué BG Alzate rompió todos los protocolos de seguridad y estaba de civil en zona roja», trinó un exasperado Santos el domingo mismo, poco después que se confirmara la desaparición del general.

Y el comunicado en el que las FARC admitieron este martes la retención de Alzate y sus acompañantes tampoco arrojó luz sobre ese tema, mientras que los voceros guerrilleros dijeron que esa era una pregunta que sólo las autoridades podían contestar.

La importancia que los colombianos le asignan al asunto es, sin embargo, un buen indicador de las suspicacias que rodean a las negociaciones.

Algunos han llegado a afirmar que todo podría ser parte de una conspiración para acabar con las pláticas, que no cuentan con el apoyo unánime del estamento militar.

Santos
El presidente Santos suspendió indefinidamente las conversaciones de paz tras el secuestro.

Pero otros creen que Alzate, quien había sido comandante de una unidad antisecuestros y estaba acompañado de un suboficial de la inteligencia militar, podía simplemente estar desarrollando precisamente labores de inteligencia.

Se habla, incluso, de un intento por coordinar la desmovilización de algunos guerrilleros que habría salido mal.

Y las diferencias en las versiones de la captura del comandante de la Fuerza de Tarea Titán sólo han ayudado a alimentar la especulación.

Primero se dijo que había sido capturado en medio de combates.

Luego trascendió –en la versión de un soldado que lo acompañaba y pudo escapar antes de ser capturado por las FARC– que había sido «sorprendido» por elementos armados cuando visitaba Santa María de Quibdó.

Mientras que según testimonios de pobladores del pequeño caserío, recogidos por el periódico El Colombiano, Alzate más bien se habría ido con un grupo de hombres vestidos de civil sin que mediara violencia, y luego de haberse encontrado con ellos en la iglesia del pueblo para una larga conversación.

Interceptado

Las FARC, por su parte, dijeron que el bote del general había sido interceptado por uno de los retenes móviles que el Bloque «Iván Ríos» mantiene en las orillas del río Atrato.

Según el grupo rebelde, Alzate y sus acompañantes fueron capturados «en razón a que se trata de personal militar enemigo, que se mueve en el ejercicio de sus funciones, en área de operaciones de guerra».

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