¿Qué hará el Presidente Fernández?

¿Qué hará el Presidente Fernández?

Hace un mes, en un encuentro en Funglode, el ex presidente de México Ernesto Zedillo le aseguró al presidente Leonel Fernández que “hay vida después de dejar la presidencia”.

¿A qué se dedicará el presidente Fernández después del próximo 16 de agosto?

Tres diferentes fuentes confiables nos han hecho llegar desde Washington la versión de que el Secretario General de la OEA José Manuel Insulza quiere renunciar para optar por una senaduría en las próximas elecciones chilenas. No se presentará como candidato presidencial por la enorme popularidad de Michelle Bachelet. Como no puede ir a la reelección en la OEA, si no llega a tiempo a Chile para participar en la campaña electoral se quedaría sin cargo dentro o fuera de su país. Según esas versiones el propio Insulza auspiciaría la candidatura de Leonel Fernández como Secretario General de la OEA desde finales del 2012 hasta el 2016. Obviamente surgirían otras candidaturas, como la de Eduardo Stein de Guatemala, pero ningún dominicano ha ostentado ese cargo hasta ahora, lo que provee una ventaja sobre los demás.

Pero, en sentido contrario, en Santo Domingo buenas fuentes dicen que Leonel Fernández no aspirará a esa posición pues no sólo la OEA sufre de serios problemas presupuestales, sino que el presidente necesariamente se enemistaría con diferentes personalidades según las posiciones que adoptase. Si favorece un acercamiento a Cuba le caerían encima los dos congresistas cubano-americanos; si critica a Hugo Chávez o Daniel Ortega, por no ser demócratas, incurriría en su enemistad y tal vez eso afectaría el suministro de petróleo en términos concesionales a su país. Si no los ataca, Estados Unidos se irritaría. Además, Leonel Fernández ha auspiciado recientemente la creación de un organismo regional en que no participan ni Estados Unidos ni Canadá, algo que debilita a la OEA.

Más aun, si se va a vivir a Washington y Danilo Medina gana las elecciones, su esposa Margarita Cedeño, quien sería vicepresidente de la República, tendría que residir en Santo Domingo, por lo menos la mayor parte del tiempo. Si eso ocurre, ¿le agradaría a Danilo Medina la ausencia de ambos, aun sea temporal?

Consecuentemente, según esa misma versión, el presidente optaría por seguir operando desde Funglode donde nadie cuestionaría sus actuaciones y donde los déficit presupuestales o no existen, o son fácilmente cubiertos. Tampoco se enemistaría con ningún líder regional. Desde Funglode estaría promoviendo reuniones internacionales buscando el acercamiento de América Latina con el mundo árabe y con los países asiáticos, por ejemplo, temas que no se debaten mucho en otros foros.

Si se queda entre nosotros habría que consultar las normas protocolares para ver qué tratamiento debe darse a un ex presidente, esposo de una vicepresidente. Tal vez recurrir a las normas aplicables en Europa a los príncipes consortes. Si Hipólito Mejía gana las elecciones, ¿preferiría Fernández vivir en Washington?

Pero el presidente Fernández  podría aceptar una cátedra universitaria en el extranjero, como lo logró Fernando Henrique Cardoso, de Brasil, en la Universidad de Brown. Cardoso, por cierto, creó su propia Funglode en Sao Paulo. Fernández, al igual que el brasileño, podría escribir libros sobre su experiencia como presidente, aunque eso usualmente lo hacen ex presidentes que ya no buscan la reelección. El ex presidente Zedillo de México ha sido catedrático en la Universidad de Yale. Habría que admitir que Leonel Fernández, quien nunca ha escrito para publicaciones de gran prestigio en Estados Unidos, como Foreign Affairs y Foreign Policy, tal vez no logre una invitación como profesor universitario en el área de Boston, pero quizás sí en Madrid y, como premio de consolación, en Miami. Y siempre hay conferencias internacionales a las que se invitan a ex presidentes. Por supuesto, tendría tiempo para seguir incidiendo en la política dominicana, con vistas al 2016.

Había jurado no comentar chismes, ni fomentar especulaciones, pero en las navidades las cosas terrenales se toman a la ligera, con ponche crema, lerenes, pan de frutas y, en el caso de los dichosos y sapientes que saben encontrar una especie en extinción, manicongos.

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