Santiago. El año beisbolero comienza con satisfacciones y con algunas interrogantes para el equipo local, como por ejemplo ¿Cómo será la vida sin Wilín Rosario dentro de las Águilas Cibaeñas?
El portentoso catcher ganador del premio novato del año se retirará tras cumplir su cuota de participación en el torneo dominicano negociado por las Águilas Cibaeñas y los Rockies de Colorado en el que ambas organizaciones salieron ganadoras.
Las Águilas se han preparado para el momento de la partida de uno de los jugadores jóvenes más impresionantes de la franquicia y ahora se desempeñarán con Francisco Peña, Mike Rivera y Cole Armstrong, y habrá que esperar el resultado. El conjunto pierde otro bate de poder.
Wilín sale el próximo 8 de enero hacia la Florida a un campo de entrenamientos físicos especial, que le permitirá llegar en forma al campo de prácticas del equipo, donde anhela alcanzar a hacer el equipo grande.
Colorado no le puso fatiga extrema, cómo podía hacerlo a su prospecto proyectado para ser el catcher del futuro de la organización, y Wilín pudo jugar la ronda regular y los primeros 4 partidos del round robin en los que nos enseñó que es un pelotero especial.
Remolcó 36 carreras, para ser el líder de la liga, y sus siete jonrones fueron la segunda mejor marca del torneo, superado solo por los 11 que dio Carlos Peguero de los Gigantes. Su brazo de cañón y liderazgo en la cueva son dos aportes muy especiales en el resurgir aguilucho de este año.
Las Águilas en cambio le devuelven a Colorado un joven receptor más seguro de sí mismo. Probado en momentos cruciales, con estadios llenos en los que pudo pasar un examen necesario para instalarse en la gran carpa.
Rosario no había jugado más arriba de AA, sino algunos partidos al final de la ronda regular con el equipo grande de Colorado, que ahora ha podido mirar a profundidad las cualidades de este nativo de Bonao, República Dominicana.
El propio Wilín lo confesó al asegurar: En la pelota dominicana he aprendido grandes cosas y realmente me siento triste de abandonarla ahora que mi equipo pelea por estar en la final.
Dijo: He visto buenos pitchers, le he recibido a una variedad de lanzadores más veteranos que yo, y especialmente me he corregido mucho detrás del plato, que son cosas que estaban en mi agenda aprender, pero aquí ha sido bien divertido lograrlo porque somos como una familia, donde nos apoyamos mutuamente.
Wilín se perfiló como un bateador de poder, por eso no sorprendió que se ponchara mucho, sin embargo, un trabajo necesario para él será trabajar el bateo hacia la banda contraria para reducir los ponches y la insistencia del pitcheo contrario a lanzarle afuera.
Debe también trabajar con su ansiedad y eso le permitirá tomar mayor cantidad de transferencia, que es otro camino para evitar ponches y ganar en su porcentaje de embasarse.
A su llegada a la Liga, Rosario tenía cierta dificultad para mantener los lanzamientos desviados delante de sí, y se retiró del torneo con habilidad para lograrlo muy bien, deberá continuar su progreso para no quitar su vista de los pitcheos rompientes y pegados, que son la causa de muchos de su passedball. En sentido general ha sido una relación ganar-ganar en la que Águilas, Rockies y Rosario han salido beneficiados.