BBC Mundo. Para algunos será el fin del mundo. Para otros, el fin de una era y el comienzo de otra. Para muchos, pura charlatanería.
La idea de que la antigua civilización maya pronosticó para la raza humana una transformación profunda el próximo 21 de diciembre, a la entrada del equinoccio de invierno, ha sido alimentada por lo menos desde hace 40 años, pero ha cobrado fuerza en los últimos tres, con miles de creyentes en las supuestas profecías mayas. Y miles de escépticos.
Claves para entender una polémica que, probablemente, no terminará el 21 de diciembre:
¿Dónde se originaron las «profecías»? Las interpretaciones se han derivado principalmente de dos monumentos mayas: la estela 6 del antiguo asentamiento maya de Tortuguero (en el estado de Tabasco), la estela 1 de Cobá en Quintana Roo.
También hay algunas interpretaciones del calendario maya, que llega al final de lo que se llama su «cuenta larga».
Las estelas son columnas en las cuales se marcaban las fechas de eventos importantes.
Además, las estelas servían como método de propaganda de la elite política y religiosa.
En el caso de la estela 6 y la estela 1 buscaban relacionar fechas míticas con sucesos y gobiernos de la época para así crear cohesión y control social.
Monumento 6 de Tortuguero. Tortuguero es una zona arqueológica que se encuentra en el municipio de Macuspana en el estado mexicano de Tabasco.
El monumento o estela 6 fue descubierta en 1957-58. Es conocida también como «estela del fin de una era» y registra el nacimiento y la entronización de Apho Bahlam, gobernante de esta ciudad maya en el siglo VII.
Allí también se hace referencia a la fecha baktún 13 4 ahau 3 kankinque, trasladado a nuestro calendario gregoriano, equivale al 21 de diciembre de 2012 y corresponde al final de un ciclo de 5.126 años consignado en la «cuenta larga» del calendario maya.
«No significa que el mundo vaya a terminar en esa fecha, lo único que menciona es que esta fecha llegará y significará el final del baktún 13 en el ciclo del calendario maya. Simple y sencillamente terminará el 13 para dar paso al que sigue. Es como cuando nosotros marcamos el fin de un año para dar paso a uno nuevo», afirma en conversación con BBC Mundo el arqueólogo Daniel Juárez Cossio, encargado de la Sala Maya del Museo Nacional de Antropología de México.
Tortuguero ha sido saqueado con el paso de tiempo, lo que ha dificultado su estudio y, por ende, la interpretación completa y contextualizada de la estela 6.
El Calendario maya. Lleva el registro de la vida civil, religiosa y cosmogónica de esta civilización en tres cuentas distintas.
Es una combinación de fechas míticas y hechos reales de batallas o desastres naturales que marcaron el desarrollo de la cultura, basada en los ciclos agrícolas y los movimientos de estrellas como el Sol y Venus.
No sólo determinaba el orden de los días. En torno a él se organizaban las fiestas religiosas, los periodos de cultivo y cosecha, el nombramiento de los recién nacidos, los sacrificios humanos y otros aspectos de suma importancia para su cultura
El arqueólogo Juárez Cossío insiste en que el fin de la llamada «cuenta larga» es simplemente «el fin de un ciclo de poco más de 5.000 años pero los mayas no tienen una visión lineal de la historia en donde existe un final irrefutable. Su visión es cíclica, el fin de uno para el inicio de otro».
Estela 1 Cobá. Cobá, una población en el norte de Quintana Roo, México, fue alguna vez una próspera ciudad maya, y es el lugar donde se encuentra la estela 1.
Este monumento con inscripciones en sus cuatro caras, cuenta los hechos de sus gobernantes.
En esta piedra hay cuatro referencias a la cuenta larga de su calendario. Una de ellas es una inscripción que menciona al 21 de diciembre de 2012. No obstante, el monumento está muy dañado por lo que no se distinguen los hechos que describe posteriores a esta fecha.
¿Cómo se ha interpretado? Las interpretaciones de las «profecías mayas» empezaron a popularizarse en los años 70 entre pequeños grupos europeos y estadounidenses, que, al calor del naciente movimiento de la Nueva Era, tomaron los recientes descubrimientos en la zona maya de la Península de Yucatán y los tornaron en una filosofía de vida y, en muchos casos, en un negocio lucrativo.
En un extremo del espectro, varios grupos aseguran que el 21 de diciembre se presentará un movimiento especial de planetas, cambios en la manera en que el hombre se relaciona con su entorno y una transformación mental y espiritual de la raza humana, que encontrará su pináculo ese día.
En el otro extremo hay quienes afirman que ese será un día apocalíptico en el que los desastres naturales, las crisis políticas y económicas y las distintas guerras que se libran en todo el planeta culminarán con el colapso de la civilización moderna, afirmando además que los mayas dejaron rastros para advertirnos sobre estos acontecimientos.
Grupos como Ascensión Nueva Tierra y Cambio Nueva Consciencia, aseguran que los mayas predijeron que un rayo de luz proveniente del centro de la galaxia impactará al Sol el 20 de diciembre de 2012, cambiando su polaridad, lo que tendrá efectos devastadores sobre la Tierra. Así mismo sugieren una serie de medidas para estar preparados y «enfrentar el camino final hacia la nueva luz».
Esta serie de pronósticos han llevado a muchas de personas en muchas partes del mundo a acumular comida, construir refugios a prueba de cualquier apocalipsis y a asentarse en las tierras que alguna vez pertenecieron a esta civilización mesoamericana.
¿Qué dicen los expertos? De acuerdo arqueólogos y científicos que trabajan en el estudio de esta civilización, los mayas no hacían profecías y mucho menos pretendían avisarnos de algo. Determinaban el destino de una persona o una ciudad basados en su calendario y sus creencias religiosas.
Escultura Maya en el Museo de Mérida
Al respecto el arqueólogo Juárez Cossío opina: «no es una profecía, es total y absolutamente falso que se vaya a acabar el mundo según la supuesta profecía de la que se tiene información, no hay ninguna base científica ni epigráfica de ningún tipo donde diga que el mundo se va a acabar para esa fecha».
«Como mundo actual no estamos en la mira de los antiguos mayas, lo que nos pase o no nos pase a ellos no les preocupa en lo absoluto», sentencia el curador.
¿Desaparecieron los mayas? Otra parte fundamental de esta leyenda es que, cuando los exploradores y conquistadores europeos llegaron a la zona maya, encontraron muchos de los asentamientos y antiguas ciudades abandonadas y en ruinas. Esto impuso una falsa visión de que el pueblo maya había desaparecido sin dejar rastro, aumentando así el misterio y la especulación.
Algunos mayas sobreviven de vender artesanías en los lugares donde vivieron sus antepasados.
Lo cierto es que los herederos directos de la cultura maya aún existen, viviendo en las mismas tierras que sus antepasados. Muchas veces viven en condiciones de marginación y pobreza existen aun mayas lacandones, chontales y de otras tribus en el sur de México, Guatemala, Honduras y Belice.