Es plausible que la sociedad esté atenta y vigilante por los pasos que debe dar el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM). Exigir una selección de personas idóneas como jueces de las altas cortes es un derecho y un deber de quienes aspiren a una sana, oportuna y eficiente administración de justicia, no solo en lo penal, que es lo que más trasciende al público, sino en todas las instancias.
Pero la Justicia no es solo jueces, aún cuando su función es vital para el desempeño judicial. Hay que abogar por una reingeniería que lo abarque todo. Nuestra Justicia es una cenicienta a la que el Gobierno Central mantiene postrada al negarle los recursos que necesita para habilitar nuevos tribunales aprobados, descongestionar los existentes, designar los jueces necesarios y eliminar los factores que hacen de la mora judicial una aberrante denegación de Justicia.
En la provincia Santo Domingo la Justicia exhibe la más decepcionante muestra de precariedad, sin instalaciones adecuadas, congestionamiento y hacinamiento, y ambiente denigrante para el ejercicio del Derecho y la observancia de los derechos y deberes procesales. No es solo que los jueces sean idóneos, independientes y capaces, sino que las condiciones de ejercicio sean óptimas. Hay que exigir que el CNM haga bien su parte, pero inmediatamente después hay que ir por muchísimo más.

Por ahí viene la época ciclónica

De noviembre de 2016 a esta parte hemos sido impactados por abundantes lluvias que han causado destrucción y aislado poblaciones en casi todo el territorio nacional. En muchas partes, la saturación de los suelos impone una vulnerabilidad muy seria a los efectos de las lluvias. El inventario de asentamientos humanos en zona potencialmente peligrosas posiblemente se ha ensanchado por causa del exceso de precipitaciones. La situación ha mantenido en constante movilización a nuestros eficientes equipos de socorro.
Ahora, ante la proximidad de una temporada ciclónica que se perfila como muy activa, debemos prepararnos para eventuales contingencias atmosféricas. Hay que afinar con anticipación las herramientas de prevención y rescate. Recordemos que el cambio climático nos ha hecho más vulnerables.