El café, bebida milenaria que se presume  originaria de Etiopía, es  servida fecuentemente en  importantes encuentros familiares, entre amigos, parejas e incluso en reuniones para tratar proyectos de negocios.

Se tejen muchas leyendas  en torno a esta aromática bebida, pero lo cierto es que  hay quienes dicen que no inician un día sin  tomar una taza de café. Se consume también  entre las horas de trabajo en la oficina, e igualmente es un elemento principal o “pretexto” para una reunión.

Por eso es tan frecuente escuchar: “¡Cuánto tiempo sin vernos!, juntémonos un día de estos  para tomar un café”.

Y como  el  próximo Domingo 11 se celebra el Día Mundial del Café, ¡Vivir! consultó a algunas personalidades de la sociedad dominicana para saber   qué les evoca una taza de café.

Uno de nuestros consultados es Rafael Molina Morillo, Premio Nacional de Periodismo 2010, ex presidente de Sociedad Interamericana de Prensa y actual director del periódico “El Día”.

Nos dice el doctor Molina Morillo que aunque no es dependiente radical del café, ese es el motor que cada mañana le mueve a iniciar el día.

“A mí me pasa algo muy extraño con el café, cuando estoy en mi casa, tengo un hábito que no falla, me despierto y, luego que me aseo, lo primero que hago es tomar una taza de café negro, café dominicano expreso, y es cuando realmente me despierto. Entonces leo los periódicos e inicio el día”.

“Si en el transcurso del día, en una reunión o visita a una oficina, me ofrecen una taza de café, me la tomo, pero no me hace falta; si no aparece, no pasa nada. Por el contrario, yo  no ofrezco café a quienes visitan  mi oficina”.

Revela, sin embargo,  que cuando está de viaje y rompe la rutina, suele olvidar la taza de café  que acostumbra tomar para  empezar el día, y no lo necesita.

“En mí el café  me energiza, me aviva el espíritu y el entendimiento; eso creo, pero no me hace falta si no aparece. No me evoca nada en especial, sino que me gusta saborearlo y disfruto leer el periódico mientras lo tomo”.

En tanto que Lara Guerrero, Business Development de la firma  MG Relations, nos cuenta que aunque no es una  tomadora frecuente de café, porque es muy enérgica, disfruta el capuchino y mocachino y tomarlo  le trae muchos recuerdos agradables de su niñez y lugares que ha visitado.

“El café es un producto que  nos estimula todos los sentidos, convirtiéndose en toda una experiencia al consumirlo. Un café es motivo de encuentro entre amigos y familiares. Escogemos como excusa tomar un café para reunirnos. Es el combustible que motoriza el inicio de su día, o la culminación de una deliciosa comida, o acompañamiento perfecto para disfrutar un buen tabaco o cigarrillo”

“Su disfrute y consumo está atado estrechamente a momentos, experiencias y vivencias que despiertan emociones en todos.

Al ver una taza de café, lo primero que viene a mi mente es mi padre, quien es  un apasionado de esta preciada bebida y consume más de una docena de tazas al día. También me remonta a mi niñez en  casa de mi tía Nena, ubicada en la Fabio Fiallo, pues cuando íbamos de visita y   ella nos brindaba pan de agua con mantequilla para sumergirlo en una taza de café con leche azucarada, lo que  en esa época era un manjar,    un privilegio”.

Expresa Lara Guerrero   que  cuando percibe el aroma de café también “me evoca paisajes y recuerdos de las mañanas en Colombia y las visitas a las fincas cafeteras, donde su esencia inunda cada rincón de las casas, donde la tacita de café y una buena mecedora se convierten en las  posesiones más atesoradas”.

Las frases

Lara Guerrero

El café es una bebida que invita al encuentro con familiares y amigos, y  muchas veces nos remonta a tiempos y lugares muy agradables”.

Rafael Molina Morillo

El café me energiza, me aviva el espíritu y me conduce cada mañana para iniciar el día. Cuando estoy en casa es lo que  me conduce a empezar” .

Zoom

El café

Una bebida de leyenda

Sobre el origen y beneficios de esta bebida aromática  mucho se ha dicho.  Una  leyenda muy  conocida es la que revela que fue utilizada por los   musulmanes y cristianos para curar  y  para la virilidad.

Su origen se dice procede de Etiopía y que de ahí  pasó a Arabia y a la India.

Lo cierto es que hoy día esta bebida es consumida en todo el mundo y que cada quien da una importancia distinta a ésta.  Hay quienes sin ella no logran iniciar un día  de trabajo, porque constituye una especie de  “combustible” que los mueve”. Es igualmente un pretexto para reuniones entre familiares y amigos.