¿Qué le ocurrirá a zonas francas con la llegada del próximo año?

¿Qué le ocurrirá a zonas francas con la llegada del  próximo año?

Mucho se ha especulado sobre qué le va a ocurrir a las zonas francas con la llegada del 2015, que implica la reconversión de algunos de los incentivos que ofrecen las zonas francas latinoamericanas.

Algo parecido ocurrió en el 2000 con las especulaciones que se hacían sobre el impacto de cambio de siglo en los sistemas informáticos.

Vale la pena aclarar que el principal compromiso que exige la Organización Mundial del Comercio (OMC) a las zonas francas de los países en vías de desarrollo es el de no otorgar exenciones, ni reducciones de impuestos sobre la renta, supeditados de manera directa o indirecta a la exportación de bienes, lo cual supone no restringir la entrada de bienes Francos al mercado doméstico del mismo país.

Este compromiso con la OMC, el más grande acuerdo internacional de la historia, ha implicado importantes modificaciones en la legislación de la mayoría de los países latinoamericanos, transformando sus viejos incentivos de exportaciones, por otros nuevos incentivos en desarrollo, de los cuales se exige que los Usuarios de las zonas francas generen empleo, promuevan el desarrollo regional, atraigan nuevas inversiones, desarrollen la innovación tecnológica y creen clusters nacionales y regionales.

Los primeros países en adecuar su legislación a la OMC fueron Colombia, Costa Rica y El Salvador.

Ya existen proyectos de ley adoptando los compromisos de la OMC en Guatemala y República Dominicana, y cuatro países más de América Latina de menor desarrollo económico relativo como son Honduras, Haití, Nicaragua y Bolivia, aún no tendrán la obligación de cumplir estos compromisos por sus indicadores económicos.

Lo importante es tener en cuenta que con la llegada del 1 de enero del 2015, ni los caballos se convertirán en ratones, ni la carroza en calabaza, como muchos han presagiado. Por el contrario, daremos el salto en América Latina para que todas nuestras 400 zonas francas sean compatibles con la OMC.

Las zonas francas hoy son más vigentes que nunca. 130 países del mundo de los 159 miembros de la OMC que realizan más del 90% del comercio mundial, utilizan el mecanismo de zonas franca, generando 70 millones de empleos.

Se prevé que durante la próxima década, con el incremento de los procedimientos globales, las exigencias de certificación y agilización de los comercios promovidos por la OMC, y los procesos de acercamiento de las manufacturas a los consumidores, puedan generarse entre 15 y 20 millones de nuevos empleos en las zonas francas a nivel mundial.

La zona franca de Jabel Ali, en Dubái, tiene más de 7,000 empresas usuarias (11 veces más que los que existen en los casi 60 parques del país) y genera exportaciones por US$70,000 millones al año, cifra mayor a las exportaciones de las zonas francas latinoamericanas en su conjunto.

En las zonas francas de Estados Unidos, el movimiento de comercio exterior supera los US$350,000 millones, 5 veces más que la de Dubái. A su vez, las zonas francas de la República Popular de China tienen un movimiento superior a las norteamericanas.

Otro hecho resaltable es que las zonas francas no tienen color político. Es una paradoja que los dos países que tienen mayor número de zonas francas en el mundo sean Estados Unidos y la República Popular de China, dos modelos políticos diferentes.

Pero también hay presencia importante de zonas francas en otros países comunistas, como es el caso de Vietnam (200 zonas francas con un millón de empleos) y en América Latina, Cuba recientemente adoptó una nueva legislación de zonas de desarrollo económico, aunque es frecuente que escritores de izquierda critiquen a las zonas francas en los países capitalistas.

Se observa de cuando en cuando como algunos macroeconomistas reclaman para la industria local los mismos incentivos tributarios que ostentan los usuarios de zonas francas, desconociendo el carácter excepcional y especializado del régimen Franco.

Hay varios sectores en el mundo que mayoritariamente solo operan hoy dentro de zonas francas, entre ellos podemos mencionar el sector textil-confección, el de calzado, las refinerías de petróleo, los call centers y recientemente los data centers. Estos sectores exigen a nivel internacional las condiciones fiscales, agilidad de procedimientos e infraestructura de clase mundial que son provistas a lo largo y ancho del globo por las zonas fra

Para la industria local existen múltiples mecanismos de apoyo como son los sistemas de exportación importación (perfeccionamiento activo o pasivo), el operador económico autorizado, los mecanismos de financiación suministrados por los bancos de desarrollo, entre otros.

Dentro del nuevo esquema flexible de zonas francas éstas tienden a integrarse mucho más con las industrias locales, sirviéndoles como centros de logística; subcontratando parte de su producción mediante el procesamiento parcial, y convirtiendo a la industria local en un importante proveedor de bienes y servicios de las industrias francas.

Aún en los estadios más avanzados de la integración económica, como es el caso de la Unión Europea, sobrevivieron las 86 zonas francas que brindan competitividad a la industria local en procesos de logística, generación de energía y fabricación de vehículos.

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