El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció que por primera vez extenderá los ataques aéreos contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) a Siria y que liderará una coalición internacional para hacer frente a lo que considera una amenaza para el país y para el Medio Oriente.
«Nuestro objetivo es claro: reduciremos y en última instancia destruiremos a EI a través de una sostenida e integral estrategia antiterrorista», aseveró el mandatario.
Dentro de dos semanas Obama participará en una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con el fin de «movilizar a la comunidad internacional en torno a este esfuerzo».
«No escatimaremos esfuerzos para llevar a cabo acciones contra EI en Siria así como en Irak. Este es el principio fundamental de mi presidencia: si amenazan a Estados Unidos, no podrán esconderse en ningún lugar seguro», dijo Obama.
El mandatario anunció el envío de 475 efectivos adicionales estadounidenses a ese país. Sin embargo, fue claro al afirmar que no participarán en combates en tierra.
Principales puntos de la estrategia
• Una campaña sistemática de bombardeos aéreos en contra de blancos de EI, tanto en Irak como en Siria.
• Apoyo a las fuerzas rebeldes sirias que se oponen tanto al gobierno de Bashar al Asad como a EI.
• Medidas dirigidas a eliminar el financiamiento que recibe Estado Islámico y a contrarrestar el reclutamiento de combatientes islámicos por parte del grupo.
• Asistencia humanitaria a civiles afectados por el avance de la organización.
Los rebeldes moderados sirios, la Coalición Siria, recibió con beneplácito el anuncio de Obama. «Estamos listos para aliarnos con la comunidad internacional no sólo para derrotar a EI sino también para acabar con el régimen de Asad».
Pero el corresponsal de la BBC Jim Muir señala que la oposición siria está fragmentada y dominada por islamistas, que aunque se oponen a EI también buscan establecer un gobierno islámico, no una democracia.
Lo que llevó a Obama a dar este anuncio.- El anuncio de este miércoles representa un incremento considerable en la lucha de Estados Unidos contra Estado Islámico, especialmente en comparación con la estrategia que presentó Obama en agosto cuando autorizó los ataques aéreos selectivos en Irak, explica el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Thomas Sparrow.
En ese entonces, el presidente presentó sus planes de manera limitada, con el objetivo de contener la avanzada de Estado Islámico, proteger al personal diplomático estadounidense y brindar ayuda humanitaria a los yazidíes que se encontraban atrapados en una montaña.
Pero en las últimas semanas, el gobierno ha descrito la amenaza de los militantes de manera mucho más dramática, hasta el punto de que el secretario de Defensa, Chuck Hagel, dijo que el grupo «va más allá de cualquier cosa que hayamos visto» y el vicepresidente Joe Biden aseguró que Estados Unidos seguirá a los militantes «hasta las puertas del infierno».
«La principal razón para ese aumento en el interés de Washington fue la muerte de los periodistas James Foley y Steven Sotloff», explica Sparrow. «Por un lado fue un ataque directo contra dos estadounidenses, lo que incrementó la presión política para que Obama actuara de manera más agresiva».
«Por el otro, la muerte de dos periodistas y su horrible difusión en video causaron que muchas personas dejaran de ver el conflicto en Irak y Siria como un tema lejano y ajeno a Estados Unidos», agrega el corresponsal.
De hecho, una encuesta previa al discurso de Obama, realizada por el diario The Washington Post y la cadena ABC News, encontró que el 91% de los entrevistados considera que Estado Islámico es una amenaza seria a los intereses de Estados Unidos.
El 71% apoya los ataques contra los militantes en Irak (hace tres semanas, era 54%) y el 65% está a favor de que se expandan a Siria. Esto es un contraste marcado con la reticencia que había hace un año, cuando Obama intentó atacar Siria tras las acusaciones de que el gobierno de ese país utilizó armas químicas.
La coalición internacional.- Además del apoyo a nivel local, otra razón que explica el aumento de la participación estadounidense es que cuenta con aliados internacionales, algo que tampoco estaba tan claro hace un año.
Esto es fundamental para el presidente Obama, pues uno de sus pilares en política exterior es que la responsabilidad es compartida entre las diferentes potencias.
En la reciente cumbre en Gales de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el gobierno anunció una coalición principalmente con otros países occidentales, y el secretario de Estado John Kerry se encuentra en Medio Oriente para discutir sus planes con Jordania y Arabia Saudita.
Según le explicó a BBC Mundo Scott Stewart, vicepresidente de análisis tácticos en la firma de inteligencia global Stratfor, con sede en Texas, esta coalición debería involucrar a otros países como Irán, Arabia Saudita y otros países del Golfo.
Esto responde «no sólo a que pueden ayudar a detener la logística de hombres y dinero que llegan a EI desde afuera, sino a que países como Arabia Saudita tienen la capacidad de afrontar la amenaza en el frente ideológico también y no sólo el físico», dijo Stewart.
El secretario Kerry, por su parte, ya dijo que la coalición se construirá para que dure meses o años y se discutirá más a fondo en la próxima Asamblea General de Naciones Unidas, a realizarse este mes.