Qué momento más extraño vivimos

Qué momento más extraño vivimos

El país tiene varios años pasando, gracias a los medios de comunicación, de un tema a otro, de una alarma a otra, con una versatilidad y una rapidez que sorprende a cualquiera. Nos tambalean de un lugar a otro o de un tema a otro como una manada. Monotemáticos por meses, los medios nos pasean de escándalos en escándalos, de Valle Nuevo a Miranda, de Haití a Montecristi, pero el país sigue con los mismos problemas seculares, urgentes, sin solucionar. Hoy día se habla de corrupción, ahora con un show judicial, y así pasan los años en Dominicana. El foco de atención de la mayoría de los canales de televisión, de los periódicos, de los divos de la radio, es la corrupción y todas las miradas de la población se dirigen hacia los tribunales, donde los abogados, fiscales, jueces, a su vez, se han convertido en figuras estelares. Todas las frustraciones de la nación se canalizaron en las Marchas Verdes, fagocitando a los partidos políticos, grupos y organizaciones de la sociedad civil. Me resulta difícil pensar que la corrupción, tal como Odebrecht nos la desnuda, sea el principal problema del país. Balaguer dejó 300 nuevos ricos, el PRD los multiplicó y el PLD no hizo más que liberar a sus dirigentes de un complejo originario. El show montado ahora invisibilizaa todos los problemas del país, pero la nación está a la espera, espera de qué? Hay un juicio en el país, hay investigados, hay por fin una justicia que trabaja y por ello, ya el país se hipnotiza, no se habla de más nada, como por magia, todos los medios editorializan sobre el tema, se impulsa marcha verde y se polariza la atención como si no conociéramos el fin de ese show mediático. ¿A dónde están los partidos políticos? Los sindicatos? Las universidades? Los intelectuales? Lamento decepcionar a los todavía crédulos, pero nada de esto tiene que ver con la verdadera Justicia o la lucha contra la corrupción: la cuestión central de hoy es judicializar las discusiones y ningunear la política, quitar de la agenda nacional la disputa sobre la Ley de Partidos, modelos de Estado, políticas de ajuste y políticas sociales, desarrollo solidario o endeudamiento y evasión fiscal.., y seguiremos en lo mismo, sin dudas. En lugar de concienciar, se disciplina al sujeto social en marchas y uniforme verde, tras la justicia y no se potencializa la fuerza que debe llevarnos a cambios políticos más profundos.

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