Que nada falte en las escuelas

Que nada falte en las escuelas

El Ministerio de Educación ha reaccionado con relativa rapidez a las denuncias provenientes de distintos puntos del país sobre el mal estado de algunas escuelas y la falta de maestros, de butacas y equipos pedagógicos, en otras, y las demoras en la terminación de centros escolares que llevan años en construcción. Celebramos esta prontitud, aunque hubiese sido preferible adoptar las previsiones de lugar para que las denuncias comunitarias y de la ADP no fueran necesarias.

Con frecuencia nos quejamos del luchismo del gremio de los maestros, inclusive este diario, pero hay que reconocer que los directivos de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) tienen una visión de conjunto sobre la realidad educativa dominicana y conocen al dedillo sus fortalezas y debilidades. Bien canalizadas, las quejas y demandas de la ADP pueden ser útiles para quienes diseñan las políticas públicas en materia de educación.
Todos los centros educativos deben reunir las mejores condiciones para impartir docencia. Nada debe faltar. Somos una nación pobre pero siempre debemos tener los recursos necesarios para que nuestros niños y jóvenes sean bien educados y bien formados. Sabemos que este es un principio que preside todos los actos de quienes dirigen el Ministerio de Educación, voluntad que celebramos, reconocemos y estimulamos.

¡Rescatar la avenida  Duarte!

Más de un alcalde de la Capital ha zozobrado en su intención de devolverle a la avenida Duarte su esplendor, que pasa por el orden, por la higiene, por la definición de su territorio y por el buen uso de la icónica vía. Ahora, el joven y dinámico alcalde David Collado anuncia su compromiso de poner en marcha un plan para que la avenida Duarte y sus alrededores sea un espacio decente y humano. Para hacerlo deberá contar con el apoyo del Gobierno Central, porque de seguro sería una intervención que demandará muchos y diferentes recursos, sobre todo técnicos, financieros y de seguridad pública.

La avenida Duarte es hoy un verdadero pandemónium. Transitar por ella, a pie o en vehículo de motor, constituye un acto de valentía, una verdadera osadía urbana. Es exponerse a una experiencia de muchas sorpresas. Ante el anuncio del alcalde David Collado levantamos la bandera de la esperanza y le decimos ¡adelante!

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