Es necesario un acuerdo de las fuerzas políticas, económicas y sociales, pero anteponiendo ambiciones, para superar las condiciones de vida del dominicano, exigiendo el cumplimiento de responsabilidades a quien haya que hacerlo, sabiendo que es más importante buscar soluciones a los problemas que tener que lamentarse e inventarse culpables. Las empresas no ganarán mucho, identificando culpables, porque si se descuida tendrán que suspender pagos y crear más desempleo.

Los líderes deben abrir los ojos, porque sus partidos, aún cuando sus más allegados se lo digan, tienen menos militancia activa y dinámica que los sindicatos, que sí, se hacen sentir cuantas veces se lo proponen. Lo más importante es reconocer a tiempo que las elecciones solo sirven para encontrar salidas inteligentes para poder gobernar y eso es lo que hacen los ciudadanos, por eso hay que hablar claro y poner las alternativas sobre la mesa y explicarlas con claridad y que los ciudadanos elijan, que no se diga que fueron engañados.

Siempre he sostenido que los momentos políticos trascienden, se apresuran y se miden por la talla política de los dirigentes y en ese contexto hay que reconocer los aciertos y los errores, porque lo importante en términos políticos es un buen gobierno, la estabilidad y el progreso de República Dominicana. El precio que se tiene que pagar por gobernar el país es muy caro y los hombres que aspiran tienen que estar consientes del riesgo y saber que tienen que pagar su precio.

Lo importante en estos momentos es crear un clima para las elecciones de convivencia entre los partidos políticos, pues todos pueden llegar o irse del poder, eso es un mandamiento elemental.

Las sociedades se comportan de acuerdo con las pautas que les trazan sus dirigentes, pero no se puede olvidar, que piensan y existen cambios en el campo moral y las convicciones. La idea de qué está bien y que está mal, puede haberse desdibujado su deterioro.