¡Que no siga la fiesta!

¡Que no siga la fiesta!

Que el Procurador Fiscal del Distrito Nacional viaje a Nueva York a entrevistarse con Quirino Paulino, acusado de traficar con enormes cantidades de drogas, no es extraño. Y no lo es porque al gobierno le salió el tiro por la culata hace tiempo con ese expediente.

En un país donde tanta gente conoce al cojo sentado y al ciego dormido, se levantó el dedo acusador contra el Partido Revolucionario Dominicano y el Presidente Hipólito Mejía, pero a poco se conocieron los compadrazgos, los parientes que iban a recoger las contribuciones de Quirino a la campaña y otros datos más.

La montaña de estiércol se les terminó muy pronto. Entonces la emprendieron contra el coronel Pedro Julio Goico Guerrero, quien ha tenido que burlarse de la infeliz administración de la justicia celebrando, con pudín y con vela, el  primer año de su sometimiento sin ser llevado a juicio. El viaje del Procurador Fiscal debe haber sido ordenado, discutido e instruido por el Presidente de la República, ya que el Fiscal es el representante del Poder Ejecutivo en el Poder Judicial.

En este caso no se estaría vendiendo una sentencia, como ocurre con frecuencia en los tribunales, se estaría matando el gallo en la funda al vender el caso antes de que se llegue a juicio. Ese estilo de administrar justicia es una forma que permite pensar en que por ahí va “el nuevo camino” del Partido de la Liberación Dominicana. Resulta que las plantas eléctricas que operan a carbón producen unas cenizas que se conoce como “rocash”.

Un grupo de funcionarios del gobierno pasado fue sometido a la justicia porque permitió traer “rocash” al país ya que era “altamente contaminante” y representaba “un peligro para la salud pública”. El “rocash” del residuo de las plantas de Haina es empleado para la fabricación de bloques de construcción y otros productos. Habrá que ver si someterán a los funcionarios de la CDEEE o a quien sea, por la producción, almacenamiento y uso del “rocash”. Fue Juan Bosch, el maestro que supuestamente guía el pensamiento y la acción del PLD quien dijo que la “refinería” de petróleo no era tal, que se trataba de una coctelera que mezclaba distintos subproductos del petróleo para producir algunos combustibles.

Durante 40 años la “refinería” ha mantenido un monopolio en el manejo e importación de los combustibles, sin que el Estado dominicano haya tenido la más mínima intromisión en la administración de la empresa, que ha dejado todo el dinero del mundo a la multinacional Shell.

Ahora que el gobierno anuncia como un logro la compra de la “refinería” a Shell, recuerdo aquella frase que citaba siempre mi padre, Julio Gautreaux: “Si usted ve a un rico y a un pobre almorzando juntos, o le debe el rico al pobre o es del pobre la comida”.

Siempre nos joden…y nos dejamos. ¿Hasta cuándo?

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