Cuando caminas, todo su organismo pone en marcha una gran maquinaria que da lugar a una serie de acciones muy beneficiosas para su salud. Con cada movimiento que se produce en tu anatomía al caminar, se despiertan sus sentidos y tu mente, mejoras por dentro y por fuera. Según vas caminando
Su piel se limpia
Comienzas a sudar, lo cual te ayuda a eliminar las impurezas de la piel.
Su digestión mejora
Si dejas pasar de 60 a 90 minutos entre la comida y la caminata es un error echar a andar tras el último bocado el movimiento del cuerpo produce un auto masaje del vientre y de los intestinos, ayudando a digerir mejor, evitar el estreñimiento y mejorar las evacuaciones.
Sus vasos se expanden
Las venas, arterias y capilares se vuelven más flexibles y anchos, permitiendo que la sangre fluya mejor para llevar los nutrientes a los músculos que trabajan.
Sus hormonas se reequilibran
Se produce un efecto de autorregulación hormonal que es favorable para mejorar los problemas metabólicos y de ánimo. Se ha demostrado que la marcha vigorosa es eficaz para mejorar la depresión, disminuir la ansiedad y reducir la necesidad de medicación.
Su cerebro se activa
El dar la orden de contraer los músculos y relajar otros supone una mayor actividad cerebral. Lleva más sangre y oxígeno al cerebro, favoreciendo una mayor claridad mental.
Su espalda se endereza
Si acostumbras a caminar algo torcido, tu cuerpo se queja, produciéndote dolor. Esa molestia te impulsa a corregir la postura y a caminar erguido, lo que permite que vaya desapareciendo el malestar.
Su aparato respiratorio se expande
Al andar, necesitas inhalar una mayor cantidad de aire, y al trabajar más, el diafragma y los músculos respiratorios de los pulmones se regeneran más. Los pulmones se ensanchan para alojar más aire en respuesta a esta necesidad de tu organismo.
Sus articulaciones se vigorizan
Su organismo genera más tejido para reforzar los tendones, cartílagos, meniscos y ligamentos.
Su esqueleto se refuerza
El cuerpo se entrena y se engrosa el entramado interior del hueso, fortaleciéndolo.
Su musculatura se desarrolla
Al contraerse y descontraerse, el músculo aumenta de volumen, y al trabajar va quemando la grasa más próxima.
Su corazón se robustece
Se agranda, se fortalece y se engrosa, permitiendo menos pulsaciones por minuto, aliviándose su trabajo. Por supuesto, para lograr todos estos beneficios debes caminar con frecuencia y a buen ritmo.