¡Qué panorama!

¡Qué panorama!

Se presta mayor atención al debate político aunque hay otros problemas más graves, por ejemplo: la crisis del manejo de la Ley de Gastos Públicos; la ascendente deuda externa; la periódica detección de epidemias; la denuncia de la aparición de plagas que afectan los sembrados; el aumento de los apagones; el dejar hacer, dejar pasar, con la corrupción; la aceptación de que la impunidad protegerá a los delincuentes de saco y corbata y a los funcionarios, amigos y parientes que violen las leyes; la falta de credibilidad del aparato judicial, salvo excepciones muy contadas; el aumento en el precio de los combustibles; el deservicio de la Corporación de Electricidad; la carestía de las medicinas y de los servicios médicos; las denunciadas irregularidades y lagunas del sistema educativo nacional; la falta de atención médica gratuita, de calidad; el indetenible aumento en el costo de la vida; el irresuelto problema del desorden para enfrentar los graves problemas del tráfico y tránsito y la falta de carácter para aplicar la ley; la declinante producción agropecuaria; el tráfico de influencias alrededor del negoción de la importación de alimentos; el contrabando a través de las fronteras terrestre y marítima; la pandemia de asesinatos de mujeres porque se niegan a continuar como esclavas de hombres sin concepto; el aumento en el número de suicidios; la violación de mujeres; la cantidad de niñas violadas por padres, tíos y otros parientes cercanos; la pederastia cometida por sacerdotes, maestros y familiares; la falta de un efectivo sistema de seguridad ciudadana que vaya más allá de una cámara de vigilancia o de un muchacho con un revólver guindando de la cintura; el volumen extraordinario de drogas incautadas, dicen que por cada kilo de estupefacientes incautado, una cantidad mucho mayor logra burlar la vigilancia de la autoridad; la actividad delincuencial de extranjeros ilegales que roban, matan, asaltan con métodos cada vez más sofisticados; la industria de la falsificación de medicamentos; la constante deficiencia en la enseñanza de las matemáticas y el lenguaje; la falta de humanidad que conduce a la gente a preocuparse más por filmar un accidente de tránsito que por socorrer a los damnificados; el incremento de la violencia a través de asaltos, atracos, secuestros; la actitud de jóvenes delincuentes quienes asesinan a la persona que ha visto su rostro; la permanente denuncia de que una parte del agua embotellada no es apta para el consumo humano; la venta de pollos congelados, que, sumergidos en el agua frisada contienen un peso muerto helado que se cobra como carne.
Ah, anoche ganaron las reinas del volibol y Sánchez, el de los yanquis, dio otro jonrón.

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