La inflación encabeza la lista de preocupaciones de los franceses, seis puntos más que en mayo. El 40% de los encuestados por Ipsos la ponen en primer lugar de la lista de sus preocupaciones, por delante de la violencia y la criminalidad (31%), de la inmigración (21%) y de la salud (25%). Aunque la subida de los precios se ha moderado, un 2,3% en mayo, los franceses llevan perdiendo poder adquisitivo desde hace años. ¿Qué proponen los principales partidos en materia económica?
Muchos franceses irán a votar el domingo que viene 30 de junio, primera vuelta de las elecciones legislativas, pensando en el bolsillo. La alianza de izquierdas que se presenta bajo el nombre Nuevo Frente Popular y el partido centro y liberal oficialista Juntos por la República proponen medidas diametralmente opuestas, mientras que la extrema derecha de la Agrupación Nacional ha cambiado de presupuesto varias veces en una semana.
La financiación del programa económico de la extrema derecha genera dudas
«En diez días, los gastos propuestos por la Agrupación Nacional pasaron de 130.000 millones de euros a 40.000 millones, o sea, no hay programa. Cada día cambian de idea y eso muestra la incertidumbre y la falta de credibilidad», afirma Ludovic Subran, economista jefe de Allianz.
Para el experto, el partido de Marine Le Pen, favorito en los sondeos con una intención de voto del 36%, pone encima de la mesa unas propuestas que responden más que nada a un populismo económico como bajar la edad de jubilación a los 60 años y que los menores de 30 no paguen impuestos. «Esto quiere decir que el esfuerzo nacional lo tendrá que hacer la gente que tiene entre 30 y 60 años, esto muestra la estupidez de ese programa», considera Subran.
La extrema derecha apuesta por la preferencia nacional y ahí según el economista, hay dos medidas importantes, «reducir los gastos hacia los extranjeros, algo que es ilegal, y bajar la contribución francesa al presupuesto europeo», añade.
El sector empresarial, preocupado ante el aumento histórico de impuestos que planea la izquierda
Por su parte, la alianza de izquierdas Nuevo Frente Popular, que tiene una intención de voto del 29%, defiende más gasto público y más impuestos para financiarlo. Una de las primeras medidas que anuncia es el aumento de los salarios de los funcionarios del 10%, así como revalorizar las ayudas a la vivienda.
Para financiarlo prevén más impuestos, entre ellos reestablecer el impuesto a las grandes fortunas, ISF, para recaudar 15.000 millones de euros, el triple de lo que aportaba el suprimido por el presidente Emmanuel Macron.
«Es un programa que tiene 120.000 millones de gastos adicionales, pero que tiene 100.000 millones de subida de impuestos adicionales. La financiación del programa no es un problema pero sí la fuga de capital y el miedo rojo, algunos franceses lo comparan a la llegada al poder en 1981 del socialista François Miterrand», analiza Ludovic Subran.
Según el economista, Macron consiguió durante estos últimos siete años, «bajar la tasa de desempleo pero no logró mostrar que estaba protegiendo a los franceses, especialmente a la clase media francesa que siente que baja en términos de estándares de vida. Y este programa del Nuevo Frente Popular puede seducir porque baja la edad de jubilación a los 60 años e indexa las tranferencias sociales a la inflación, pero también es un programa muy marcado socialmente y hay gente que tiene miedo a un choque fiscal», asegura.
El oficialismo propone más de lo mismo obviando el descontento de los franceses
Los macronistas, tercera fuerza favorita con el 19,5% en los sondeos, proponen continuidad. Lejos de los 120.000 millones de gastos de la izquierda, el movimiento Juntos por la República prevé 7.000 millones de euros de gastos adicionales y cero subida de impuestos, según explica Subran.
«Es como decir que hicieron un trabajo tan bueno que no hay que cambiar la política económica cuando sabemos muy bien que el tema del déficit presupuestario en Francia es súper importante. Se van a tener que hacer recortes por 112.000 millones de euros en los próximos tres, cuatro o cinco años; además hay un problema de poder adquisitivo en Francia. No sé si escucharon lo suficiente las quejas que llevaron a tantos franceses a votar por la extrema derecha el pasado 9 de junio (día de las elecciones europeas)», afirma el economista jefe de Allianz.