El presidente-candidato Danilo Medina tiene que imitar las estrategias del presidente-candidato Leonel Fernández para reelegirse en los años 2004 y 2008 cuando sumó votos “blandos” a los votos “duros” del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), derrotando al opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y confirmando que el uso de los recursos del Estado resulta determinante para las reelecciones si se realiza con la suficiente astucia y se apoya en el poder.
Leonel Fernández nombró a decenas de miles de jóvenes y adultos en la recta final de su mandato (por ejemplo en la Autoridad Metropolitana de Transporte-AMET), expandió las “ayudas solidarias” a los pobres, garantizó estabilidad laboral a los empleados públicos, mantuvo las “nominillas” a pesar de las denuncias de la oposición y la sociedad civil, mantuvo sus mega-proyectos en la principal plaza electoral del país y, aunque parezca un juego de niños, trajo cientos de guaguas repletas de campesinos a montarse en la maravillosa obra tecnológica que es el Metro, captando decenas de miles de votos, porque “un presidente que hace una obra tan grande, merece quedarse”.
Con las simpáticas visitas sorpresas, el pleito contra la Barrick Gold, la aprobación del 4% para educación, la implementación del 911 y el “empujoncito” económico de mil millones de dólares (45 mil millones de pesos) tomados a finales del 2015 en préstamo como bonos soberanos, para que estén disponibles durante la campaña electoral, es casi por decreto que la oposición será derrotada, más cierto aún cuando no se consolidó un bloque opositor.
¿Qué puede hacer Abinader? La respuesta trataré de esbozarla en la próxima colaboración, si Dios, el HOY, ustedes y yo lo queremos.