MARTHA PÉREZ
Treinta y ocho años han pasado del primer Día de la Tierra, el 22 de abril de 1970. Treinta y ocho años antes del presente milenio, en 1962, el activista ambiental norteamericano Gaylord Nelson, fundador del Día de la Tierra, comenzó a demandar ante el gobierno de su país la inclusión del tema ambiental en la agenda gubernamental.

Este día marcó un hito en la historia norteamericana y el resto del mundo por la defensa del medio ambiente. Logró un consenso político inusual en los Estados Unidos. Desde entonces cada año la conmemoración es una campaña por la protección de la Tierra, convocada sobre temas como el calentamiento global y la promoción de energía limpia, mediante variados eventos.

Más que una conmemoración, se trata de una reflexión para que cada persona piense la acción que puede ejecutar este 22 de abril, Día de la Tierra, y ser parte de la campaña mundial para enfrentar los efectos del calentamiento global, como el cambio climático. Acción que vaya más allá de este día y se convierta en un cambio de actitud hacia el medio ambiente.

Nuestro país cuenta con una legislación ambiental (Ley 64-00) y sus instrumentos creados, implementados por la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales, como organismo rector, que requiere de la integración y participación activa de todos los sectores políticos y sociales de la nación para seguir eficientizando la gestión ambiental para el desarrollo sostenible. Es muy fácil integrarse y participar, solo cuesta voluntad y decisión; la SEMARENA desarrolla una política abierta y participativa, porque la conservación del medio ambiente es asunto de todos.