¿Qué puntos relevantes destacan a una dolarización oficial?

¿Qué puntos relevantes destacan a una dolarización oficial?

El proceso de dolarización extraoficial de una economía teóricamente debería ofrecer cierta protección contra la inflación de la cantidad de dinero y sobre la estabilidad del sistema bancario. Permitir a los bancos que acepten depósitos en moneda extranjera significa que los depositantes no tienen que enviar sus dineros fuera del país cuando quieran cambiarlo a una moneda extranjera. Aún así, en algunos casos, la estabilidad en la demanda de dinero es más importante, mientras en otros casos es más importante la estabilidad del sistema bancario. No obstante, siempre será más fácil analizar un proceso de dolarización oficial con respecto a un tipo de dolarización extraoficial, ya que a través de la eliminación de la moneda local se eliminan los problemas que se dan por cambios de la moneda local a la extranjera.

Muchos de los estudios realizados sobre la dolarización de una economía han sido referidos al tema sobre los procesos de conversión extraoficiales, especialmente en lo que respecta a la fase conocida como «sustitución de moneda», en la cual la gente utiliza moneda extranjera para el pago de bienes y servicios aún cuando legalmente se supone que deberían usar moneda local. Sin embargo, los resultados de dichos estudios varían mucho porque la dolarización extraoficial tiene efectos contrapuestos. Por una parte, puede hacer inestable la demanda de la moneda local, ocasionando depreciación cambiaria y monetaria e iniciando una espiral inflacionaria. Por otra parte, cuando la gente mantiene grandes cantidades de depósitos en moneda extranjera, un cambio en la tasa de interés local o extranjera puede producir grandes movimientos de una moneda a otra, como una manera de especular con la tasa de cambio. Estos cambios de posición complican la labor que busque realizar un Banco Central cuando intenta mantener una senda de crecimiento objetivo en la oferta monetaria nacional.

[b]PUNTOS DESTACABLES[/b]

Uno de los mayores puntos a destacar cuando se habla de dolarización es el costo relacionado con la emisión de moneda, es decir, el costo de poner el dinero en circulación, llamado «costo del señoreaje». Generalmente, el concepto de señoreaje se aplica a toda la base monetaria de la economía (billetes y monedas en circulación, más reservas bancarias). Bajo esta circunstancia, el señoreaje bruto es el cambio en la base monetaria durante un período determinado, dividido para el nivel promedio de precios durante el período, si es que se quiere corregir la inflación.

Bajo el esquema norteamericano, un país dolarizado oficialmente sería parte de una «zona monetaria unificada» con los Estados Unidos, renunciando a una política monetaria independiente e «importando» la política monetaria norteamericana. Dentro de dicha zona dólar, las operaciones de «arbitraje» (compra y venta para tomar ventajas de las diferencias en precios) tienden a mantener los precios de bienes similares dentro de un rango estrecho. Debido a esto, las tasas de inflación entre ambos países tienden a ser bastante similares. En el mismo sentido, las tasas de interés igualmente deberían también tender a ser similares entre ambos países. De otra manera, sería más rentable para los bancos prestar dinero en el país que dolariza hasta que desaparezca la diferencia. A pesar de ello, puede persistir cierta diferencia en las tasas de interés debido al riesgo país (factores políticos que afectan la seguridad de derechos de propiedad). Las tasas de interés se sincronizarían más estrechamente de existir además un proceso de integración financiera.

Un punto también destacable en un país oficialmente dolarizado es el relativo a los efectos de los choques macroeconómicos. En estos casos un país dolarizado no siempre puede responder a los choques económicos, tales como un aumento en los precios de los productos primarios de exportación o cambios políticos trascendentes en la economía global que alteren la tasa de cambio de su moneda. Sin embargo, una economía cuenta con mecanismos de ajuste que buscan compensar el impacto instantáneo de dichos choques, tales como los flujos de capital dentro o fuera del país, los cambios en el presupuesto del gobierno y cambios en precios y salarios. Esos ajustes permiten que un choque económico real experimente, a fin de cuentas, una ganancia o pérdida real.

En el caso de países dolarizados de manera oficial, los analistas siempre destacan la diferencia entre un tipo de dolarización bajo una moneda unificada con el país emisor (Estados Unidos), y aquella que incluye la posibilidad de establecer un sistema financiero integrado entre ambas naciones. Para lograr una integración financiera completa, el sistema legal entre los socios comerciales debe permitir que las instituciones financieras extranjeras puedan competir en igualdad de condiciones con las instituciones financieras nacionales. Esto significa que las instituciones financieras extranjeras podrían comprar o fusionarse con instituciones nacionales, establecer agencias, aceptar depósitos, hacer préstamos y mover fondos libremente dentro y fuera del país.

Otro de los puntos tratados abiertamente en economías que analizan la opción de dolarizarse de manera oficial tiene que ver con la capacidad del sistema financiero nacional para mover fondos sin los riesgos de la tasa de cambio una vez el país decide ya dolarizarse. Dicha liberalización reduce los períodos de volatilidad del capital y la inversión extranjera que se dan a menudo en países con sistemas financieros que no están bien integrados al sistema mundial. Así mismo ayuda a estabilizar la tasa de cambio real (una medida de los efectos de la tasa de cambio y la inflación en la competitividad de las exportaciones) y mejora la calidad del sistema financiero (por la competencia internacional), permitiendo por tanto establecer un horizonte mas transparente del panorama económico y financiero. Por ello, un acceso rápido a fondos extranjeros ofrece al país dolarizado un sustituto a las funciones del Banco Central como prestamista de última instancia.

[b]LAS CONDICIONES[/b]

Cuando un país analiza los costos y beneficios de optar por una dolarización oficial es muy importante considerar que pueden existir tanto factores económicos como políticos, sociales y hasta culturales. No obstante, la consideración económica principal que hace de un país en particular un posible candidato a dolarizarse es la posibilidad de contar con la historia de un pobre desempeño económico que deteriore la credibilidad de su moneda. Esto así porque la falta de credibilidad en el ejercicio de las políticas públicas de una economía puede forzar a los prestatarios de moneda local a pagar altas y crecientes tasas de interés internas reduciendo las brechas posibles de que puedan obtenerse mayores niveles de crecimiento económico.

La otra consideración económica importante que hace que un país sea un posible candidato a una dolarización es que recaude muy poco señoreaje al emitir moneda local, fundamentalmente debido a que el proceso de dolarización extraoficial vigente se esté extendiendo de manera creciente. Así pues, una dolarización oficial involucraría una pequeña pérdida comparativa de señoreaje, y la pérdida podría ser menor si es que el país emisor (Estados Unidos) compartiera señoreaje.

Muchos economistas proponen utilizar la llamada «teoría de las áreas monetarias óptimas» para juzgar si la posibilidad de éxito de una la dolarización oficial. Según esta teoría, una economía es parte de un área monetaria óptima cuando un alto grado de integración económica hace que una tasa de cambio fija sea más beneficiosa que una tasa flotante. Desafortunadamente, los economistas no concuerdan en la manera de definir un área monetaria óptima en la práctica, a pesar que generalmente están de acuerdo en que ésta existe donde hay un país grande que tiene una moneda dominante y donde hay un considerable flujo de comercio, mano de obra e inversión entre éste y los países vecinos pequeños. El defecto de la teoría de áreas monetarias óptimas, como generalmente se aplica, es que supone determinar costos y beneficios para los consumidores, en lugar de considerar que es la evaluación de los consumidores la que determina dichos costos y beneficios. No obstante, la teoría es útil en la medida en que realce los problemas que se pueden dar cuando los países vecinos tienen políticas de tasas de cambio radicalmente diferentes.

La consideración política más importante que hace que un país sea un posible candidato para una dolarización oficial es que la gente no considere la moneda local un elemento indispensable de identidad nacional. La dolarización oficial promueve la globalización, incrementando la influencia de fuerzas económicas internacionales relativas a las fuerzas políticas locales. Los debates realizados en varios países acerca de si es deseable o no, se han centrado en el concepto de la soberanía nacional. Hasta ahora, sin embargo, los participantes en el debate rara vez han definido con precisión qué es lo que quieren decir con soberanía nacional, ni han explicado por qué sería más importante que el principio de «soberanía de consumidores» (libertad de elegir en una economía de mercado). Sin embargo, conforme procede la globalización, la política internacional relativa al manejo monetario está cambiando cada vez más rápido de un énfasis en la soberanía nacional a un énfasis en la integración regional.

El autor es economista y profesor universitario.

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