¿Qué queda hoy en pie de la lingüística de Ferdinand de Saussure?

¿Qué queda hoy en pie de la lingüística de Ferdinand de Saussure?

Meschonnic definió el lenguaje como la facultad humana de simbolización de lo real y lo abstracto.

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§ 8. ¿Qué liquidan los conceptos de sistema, radicalmente arbitrario e histórico del signo, valor, funcionamiento y, colateralmente, la lengua como “forma, no una sustancia”? El concepto de sistema convierte en una antigualla la definición metafísica de la lengua como estructura; el funcionamiento liquida la teoría del origen del lenguaje. Saussure dijo que el lenguaje no tiene origen y que es una inutilidad buscarlo. Meschonnic definió el lenguaje como la facultad humana de simbolización de lo real y lo abstracto, lo que elimina la identificación del lenguaje con la lengua como sistema de signos: no como estructura de signos. Una consecuencia colateral de la lengua como sistema es la definición de Saussure cuando afirma que la lengua es forma, no sustancia. Conceptualización que le ha permitido a Meschonnic llegar más lejos que Saussure al afirmar que si la lengua es forma, no sustancia, entonces el signo es forma, no dualismo significante y significado, por donde se concluye, lógicamente, que el sentido y el discurso son también pura forma. Que no hay dualismo del signo, sino que este es únicamente forma -es decir, el ritmo-sentido- como significante mayor.

§ 9. Escuchada la descripción de los cuatro conceptos fundamentales de la lingüística de Saussure que han resistido el tiempo, es obvio el planteamiento de la siguiente pregunta estratégica: ¿cuál es en la actualidad la situación de los estudios lingüísticos a escala mundial y en nuestro país en particular? Última pregunta estratégica: ¿Cuáles han sido los efectos políticos e ideológicos de esos estudios lingüísticos a escala mundial y en la República Dominicana?

§ 10. Las respuestas no son difíciles. A escala mundial, la teoría del signo que ha dominado el planeta no ha sido la de lo radicalmente arbitrario planteado por Saussure en los apuntes del cuaderno de Albert Riedlinger y en el Curso… Partiendo de la afirmación de Saussure de que la lengua es forma, no sustancia Meschonnic le agregó, la eliminación del dualismo significado-significante, porque ambos, juntos o separados, son pura forma, el sentido como pura forma y el ritmo como pura. Además, a esto se suma lo cultural, aporte hecho por Benveniste, que amplío a lo de radicalmente cultural. La teoría lingüística que ha prevalecido a escala planetaria ha sido la del Círculo Lingüístico de Praga en 1928, heredero del Círculo Lingüístico de Moscú en 1905, teoría dualista que luego fue sistematizada por Jakobson, inventor del estructuralismo que reemplazó el concepto saussuriano de sistema por las nociones dualistas de estructura y de signo arbitrario y convencional al mismo tiempo. El término estructura aplicado a la lengua, en sustitución del concepto de sistema de signos, jamás fue utilizado por Saussure en el Curso…
§ 11. Esto implicó el desplazamiento del concepto saussuriano de funcionamiento por el de las cinco funciones del lenguaje teorizadas y aplicadas por la lingüística estructural de Jakobson, Chomsky y su gramática generativa, variante esta última del estructuralismo. Lo que entraña la confusión entre lengua y lenguaje. El concepto saussuriano del valor ha sido el menos estropeado por el estructuralismo, pero su asunción por la teoría metafísica del signo deja intacto el dualismo entre significante y significado, al igual que los demás conceptos dualistas que no tienen ningún poder de conocimiento en la lingüística saussuriana, jakobsoniana y chomskiana. Sin embargo, la definición del concepto de lo radicalmente arbitrario del signo «…nos hace comprender mejor por qué el hecho social [es decir, la lengua, DC] es el único que puede crear un sistema lingüístico». Si la lengua es “un hecho social”, ese sistema lingüístico fue creado por “individuos”, por lo tanto, es un hecho también radicalmente histórico y cultural, como lo amplió Meschonnic, quien inventará el concepto de sujeto, el cual es universal, mientras que el de individuo es particular, inventado en el siglo XVIII por la Ilustración y se queda en la unidad, mientras que el sujeto es múltiple y contradictorio.

§ 12. El concepto de lengua como forma llevará a Benveniste a indagar en los filósofos presocráticos y poetas clásicos griegos hasta el siglo XX, ese concepto de forma. El resultado de su investigación fue que el referido concepto para los discursos de aquellos filósofos y poetas griegos se expresaba con la palabra “ritmo”, resultado que se encuentra en el ensayo «La noción de ‘ritmo’ en su expresión lingüística’» (1). La importancia de este ensayo de Benveniste le permitió a Meschonnic construir su teoría del ritmo como la forma-sentido que muestra el movimiento del habla en la escritura y no en el cómputo de sílabas y métrica invisible en el caso extremo de la metafísica del signo, la cual confunde el ritmo con el movimiento de las aguas del mar, de un río, la respiración o los acordes musicales. Benveniste no llegó a construir la teoría del ritmo, como tampoco la del sujeto, lo que sí realizó Meschonnic, quien también se basó en la afirmación de Aristóteles y su Poética donde dice que el metro no define el valor del poema, sino algo que todavía no tiene nombre, o sea “el ritmo”, que será el valor distintivo de una obra literaria.
§ 13. Esta confusión entre ritmo y métrica ha suscitado una vuelta frenética la producción de una poesía medida en nuestro país, sobre todo con el cultivo anacrónico del “soneto clásico melódico” y la décima espinela. Un significado actual colocado en una forma vieja que reproduce el dualismo metafísico. No es ese cómputo silábico y sus rimas con sus bien o mal colocados acentos rítmicos de palabras lo que determina el valor literario de tales composiciones, sino el ritmo o forma-sentido, su sintaxis, sus paragramas y anagramas orientados en contra de las ideologías de época, el Poder y sus instancias. La forma soneto o décima agotó todas sus posibilidades retóricas, incluso las de las rimas. Para el cultivo de estas últimas existen incluso diccionarios.

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§ 14. Debido a la importancia de ese ensayo precursor de Benveniste, lo traduje para la asignatura Análisis de textos literarios en la licenciatura, maestría y doctorado impartidos en la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Por supuesto, también, los dos libros de Meschonnic: Para la poética en 1996, Crisis del signo. Política del ritmo y teoría del lenguaje (en Cuadernos de Poética 38 (2022: 9-55), así como varios ensayos del lingüista y poeta francés que versaron sobre la poética, el lenguaje y el poder, el lenguaje y la historia con la misma y única teoría, el ritmo, la epistemología y el sujeto en Cuadernos de Poética (cfr. los números 5, 6, 7, 8, 29, 30, 33, 34 y 38).

§ 15. La recepción de Saussure en Iberoamérica ha sido la misma que a escala planetaria: el primado del estructuralismo dualista del signo lingüístico y la lengua como estructura. De los países hispanoamericanos, en Cuba fue donde primero se conoció a Saussure (incluso primero que en España, que fue en 1921), según el lingüista español José Polo (1), a través de los escritos de Juan Miguel Dihigo Mestre (1866-1952), quien, además de divulgar a Saussure en su país, mantuvo una relación epistolar con el maestro ginebrino: «… el cubano universal Juan M. Dihigo fue el primero que, en el ámbito de la lengua española, escribió sobre el Curso de Saussure» (art. citado, p. 195). Polo da la fecha exacta: «En el vol[umen] XVII-3-1913, de Revista de la Facultad de Letras y Ciencias [Universidad de La Habana], dentro de la sección Necrología, publica nuestro autor «Fernando de Saussure». Hermosa nota: han ido desapareciendo en los últimos tiempos otros grandes estudiosos; importancia de la obra de Saussure (aun sin ser suficientemente conocida; seguidores de Saussure. A propósito de una reforma en los planes de estudios de letras en su universidad, escribe Dihigo a Saussure y este le contesta con fecha 16-XI-1906 y le recomienda que deje para el final de la carrera las generalidades, que en los primeros cursos interesa el contacto con los hechos concretos…; es decir, que por esa época asomaba claro el pensamiento histórico-comparativo, «positivista», de Saussure» (art. citado, ibid.). El tercer país del ámbito hispanoparlante donde se mencionó por primera vez el nombre de Saussure y su Curso de lingüística general (1916) fue en la República Dominicana en la bibliografía del artículo “Breves nociones de filología” publicado por Pedro Henríquez Ureña en dos entregas (15 y 30 de agosto de 1923) en la revista Panfilia (3). También cita en la bibliografía del primer artículo en Panfilia, el nombre de Guillermo de Humboldt, junto al de Jakob Grimm y Max Müller cuyas obras son «importantes pero anticuadas (4). Luego publicó el gran filólogo su célebre artículo “El lenguaje” en 1930 (5) donde cita a Saussure y su Curso… varias veces (incluido en Obras completas t. VI (Santo Domingo: Universidad Nacional “Pedro Henríquez Ureña”, 1979: 111-130). Finalmente, dicho artículo apareció reproducido en el curso impartido al personal técnico de la Superintendencia de Educación que sobre el lenguaje dictó Henríquez Ureña en Santo Domingo en 1931 cuando vino al país cooptado por Trujillo a través del hermano Max para ocupar el cargo de Superintendente General, equivalente a Secretario de Educación. Los detalles completos del contexto de este curso sobre “la ciencia del Lenguaje y filología española” se encuentran en el Boletín de Educación 17.3 (1933: 39). órgano del Consejo de Educación, publicados por Orlando Inoa: «En febrero [informa el Boletín, DC] inició el Superintendente General de Enseñanza, Dr. Pedro Henríquez Ureña, en la Escuela Normal de Santo Domingo, un curso sobre Ciencia del lenguaje y filología española (…) El curso se da los lunes y los jueves, de 5 a 6 [de la tarde, DC], de acuerdo con el siguiente programa: ‘La ciencia del lenguaje. Lingüística y filología. El papel de la gramática normativa. El lenguaje: sus funciones. Lengua y habla. Consultar J. Vendryès, El lenguaje (hay traducción castellana de Montolíu), especialmente la Introducción, el capítulo El Lenguaje y las lenguas en la sección Constitución de las lenguas, y la Conclusión; F. de Saussure, Cours de linguistique générale, especialmente los capítulos I a V de la Introducción, la sección Principios generales y los capítulos iniciales de las secciones Lingüística sincrónica y Lingüística diacrónica…» (Pedro Henríquez Ureña en Santo Domingo. Santo Domingo: Comisión Permanente de la Feria del Libro, 2002, p. 294). ¿Dónde reposa el ejemplar del Cours de linguistique générale de Saussure empleado por Henríquez Ureña en este curso de 1933? ¿La edición de 1916 o la de 1922?

CONTINUARÁ.

NOTAS

(1) Verlo en Problèmes de linguistique générale t. I. Paris: Minuit, 1966. La edición de Siglo XXI de México eliminó este ensayo, quizá por considerarlo muy técnico para un público general. Realicé una traducción en los años 80 del siglo XX para mis estudiantes de letras de la UASD.

(2) Cfr. José Polo, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid. “Presencia de Saussure en el mundo hispánico (introducción)”. C: I: F. TXVIII, fasc. 1 y 2 (1992).

(3) Pedro Henríquez Ureña. “Breves nociones de filología”. Panfilia 3 (1923: 8, 9, 12 y 4 (1923: 2), Santo Domingo.

(4) Serán anticuadas las de Jakob Grimm y Max Müller, pero Meschonnic ha demostrado la grandeza y actualidad de Humboldt, quien sin ser “filósofo, lingüista ni comparatista”, prefiguró a Saussure (y a Chomsky): «Humboldt, ilustre y desconocido. Es un estereotipo, pero él los colecciona. Lo que escapa a las categorías de institución -él que fundó una, la Universidad de Berlín-. Él no está en su asiento ni en su tiempo, ni en el nuestro. No porque esté en el margen, por ejemplo, de la lingüística que se practica hoy en torno suyo, como de la filosofía. Pero, al contrario, porque él apunta al mantenimiento de la coherencia junto a lo que generalmente continúa separándose: el lenguaje, la literatura y la historia. Él es mucho más posteridad que algunos contemporáneos. Su aventura, con sus efectos fechados y siempre activos, lejos de agotarle, convierte su pensamiento en una apuesta del presente y del futuro de las ciencias humanas -de la teoría del lenguaje y la teoría de la sociedad-». (“Poétique d’un texte de philosophie et de ses traductions: Humboldt, sur la tâche de l´écrivain de l’histoire”. Les tours de Babel. Mauvaizin (Francia): Trans-Europ-Express, p. 185, traducción de DC). Grandeza y actualidad de Humboldt que Meschonnic comenzó en Le signe et le poème. París: Gallimard, 1975, pp. 123-139; continuó en Poésie sans réponse. París: Gallimard, 1978, pp. 317-395: en Poétique du traduire. Lagrasse: Verdier, 1999, pp. 370-393; y, remató en Langage, histoire une même théorie. Lagrasse: Verdier, 2012, pp. 624-682.

(5) “El lenguaje”. Revista Humanidades XXI (1930), La Plata, Buenos Aires., y reproducido en el Boletín la Academia Dominicana de la Lengua 21 (1946), Santo Domingo. La última aparición de este artículo de Pedro Henríquez Ureña figura en Pedro Henríquez Ureña. Obras completas t. 9 (1929-1935, Miguel D. Mena, comp.). Santo Domingo: Editora Nacional, 2015, pp. 155-172. En la bibliografía final de “El lenguaje”, Henríquez Ureña cita la edición de 1922 del Curso de lingüística general. ¿Leyó la edición de 1916 o la de 1922?

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