¿Qué quiero dejar cuando muera?

¿Qué quiero dejar cuando muera?

Samuel Luna

Por: Samuel Luna

Estaba almorzando y disfrutando la vista de una hermosa montaña en la Cordillera Central; de forma sigilosa, una figura humana se acercó y me susurró una frase muy corta pero estremecedora en mi oído derecho, me dijo: Murió Reinaldo Pared Pérez. Al escuchar la noticia, incliné mi rostro, solté el cubierto en el plato, y de forma repentina me hice la pregunta, ¿Qué quiero dejar cuando muera?

La vida nos enseña que no nos llevamos nada, aun la fama que adquirimos se esfuma y se diluye al pasar el tiempo; hoy recordé las palabras que decía aquel Sacerdote Católico de Alemania, Henri Nouwen, mientras más canas nos salen en nuestra cabeza menos llamadas telefónicas recibimos y las invitaciones son menos. De forma parafraseada, lo que Nouwen trató de expresarnos, es que debemos tener un propósito en la vida, un norte y un destino. La fama, el poder y las riquezas pueden ser regalos de Dios, siempre y cuando se usen para ayudar a los necesitados, a los oprimidos, a los olvidados por el sistema, a los distanciados y aislados; ayudar donde estemos, sea en una empresa, iglesia o partido político. Cuando pienso en la suma de todo esto, vuelve mi incógnita, ¿qué quiero dejar cuando muera?

La muerte para algunos es el fin de todo, para otros es el inicio y la continuidad de una eternidad; la verdad es, que todos moriremos; pero aquí lo importante no es si vamos a morir, lo más relevante es cómo queremos vivir, porque la forma en que decidamos vivir determinará nuestro final y nuestro destino eterno. A leer los filósofos, notamos que ningunos de ellos pudo escapar o evadir la pregunta y creencia sobre la muerte; Lucrecio, Epicurio, Martin Heidegger, Platón, Tomás de Aquino, Hegel, todos ellos formularon sus creencias sobre la muerte. Por esa razón, Cicerón decía que filosofar no es otra cosa que prepararse para morir. Pero, ¿qué implica preparase para morir?, porque no es lo mismo prepararse que dejar algo. Cuando dejo algo que impacte, que ayude, que transforme es una forma de preparación. Es imposible prepararse fuera del contexto terrenal, es aquí y ahora que debemos prepararnos. Regresa mi pregunta, ¿qué quiero dejar cuando muera?

Dejar un legado no es una opción, la opción es, ¿qué tipo de legado quieres dejar?, vuelvo a citar a mi amigo de lectura, aquel Sacerdote que siguió a Jesús por encima de sus dolencias y heridas causadas por la guerra entre los alemanes y judíos, me refiero a Henri Nouwen, cuando dijo: “¿Ofrecí la paz hoy? ¿Traje una sonrisa a la cara de alguien? ¿He dicho palabras sanadoras? ¿Abandoné mi enojo y mi rencor? ¿Perdoné? ¿Amé? Estas son las preguntas reales. Debo confiar en que el poco amor que siembre ahora dará muchos frutos, aquí en este mundo y en la vida venidera”. Volví a tomar aquel cubierto dejado en el plato cuando recibí aquella noticia, pero aun sigo pensando en aquella pregunta, ¿qué quiero dejar cuando muera?

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