La negación de atenciones de los centros privados a los afiliados de alguna administradora de riesgos de salud no puede tener amparo legal alguno por las implicaciones para la vida de pacientes que conlleva. No se trata de una prestación de lícito comercio, como sería el de hotelería, en el que los dueños pueden concentrarse en el propósito de lucro sin restricciones éticas mayores. La Asociación de Clínicas Privadas dispuso un aumento de tarifa de 14% a los pacientes, iniciándose un conflicto con el Seguro Nacional de Salud, Senasa, el más importante por número de afiliados, con el innecesario efecto de una suspensión de contratos y servicios de parte y parte.
Por más de un medio institucionalmente autorizado deben fijarse criterios sobre la realidad financiera y operativa de los centros de salud. Ya se anunció un recurso de la propia Andeclip para que sea un tribunal el que le reconozca o no calidad para decidir que sus servicios suban de precio. Pero debemos evitar que se acorrale a las clínicas imponiéndoles límites de cobros que las conduzcan a pérdidas. Mucho convendría -sería la mejor salida- que mediante una ya reclamada indexación, cada actor del sistema reciba una fracción del incremento de gastos que con toda seguridad se está dando, porque los servicios de hospitalización no podrían estar escapando a múltiples alzas de la economía. Pero que quede claro que el menor sacrificio debe ser para el asegurado.
Los peledeístas a las urnas hoy
El Partido de la Liberación Dominicana tiene hoy una importante cita consigo mismo; con el país como testigo y en el contexto de un sistema de partidos que debería estar mejor regido por leyes para velar por el adecuado funcionamiento interno de las organizaciones partidarias y por la transparencia y equidad de los procesos electorales. Parece inminente que la nación avanzará en ese sentido. En lo que eso llega, toca al PLD demostrar nuevamente que la disciplina que le caracteriza desde su génesis boschista permanece.
Los peledeístas deberán escoger en esta fecha al candidato presidencial del año 2012, ocasión en que el partido morado demostraría si su oferta electoral goza de suficiente respaldo ciudadano para conservar el poder. Hoy además los votantes decidirán si apoyan o no la permanencia de la alta dirigencia colegiada. Conviene a la democracia que este ejercicio del voto sea impecable.