Ha llegado la hora de cumplir las promesas electorales. Triunfó el candidato que una vez dijo que lo había vencido el Estado y esta vez fue su cómplice. No hay más que hacer, sino respetar el veredicto de la Junta Central Electoral, pero también, todos nosotros esperamos que los ofrecimientos comiencen a cumplirse. No existe a la vista ninguna excusa.
Como dijo el gran César, la suerte está presente y agregamos nosotros, a cumplir con todo el pueblo, nada de privilegios, nada de impunidad, a combatir la corrupción y llevar cuanto antes a los delincuentes ante los jueces, pero también crear los puestos de trabajo que hacen falta. La hora de los olvidos, ya no existe. Como dijo Balaguer y repitió en varias ocasiones el Presidente electo: a pasos de vencedores a dar fe a lo prometido porque lo están esperando en sus pueblos los hombres y mujeres que votaron por Danilo y los que no lo hicieron.
Las transformaciones que por tantos años ha añorado la sociedad dominicana, deben iniciarse. Si no lo hacen, sino respetan los contenidos de los discursos y los programas de gobierno que sustentaron en sus recorridos, en la tv, la radio y la prensa, que hay que honrarlos.
Después, no vengan a decirnos que no se pueden cumplir lo que repetidas veces se nos ofreció, porque de lo contrario las vías para las protestas, el no pago de impuestos, se hará una realidad indestructiva y todos pasaremos a lidiar con los inconformes y porqué no, junto a las turbas de indignados. Ya esto último lo hemos visto y palpado en todos los países de Europa y Norteamérica.
Si no quieren sufrir los impactos de una ciudadanía indignada, entonces, empiecen ya a mover a diputados y senadores, que hace más de 45 días no se reúnen, pero han cobrado por adelantado, y han celebrado el Día de las Madres, también por adelantado con los dineros de todos los contribuyentes. Todos unidos para reclamar el cumplimiento de las promesas electorales, a no ser que estén pensando como aquel político español – Tierno Galván – que sustentaba la tesis política de que en los periodos electorales se hacen todas las promesas que se les ocurren, y luego no se cumplen.
¡Cuidado, que el pueblo dominicano siempre ha pasado factura a los traidores! Recuérdenlo bien.