PARïS. ¿Debemos publicar las horribles imágenes de las matanzas de prisioneros difundidas por los yihadistas durante la fulgurante ofensiva en Irak? Sí, responde la AFP en su blog Focus. A condición de adoptar las máximas precauciones.
A menudo insoportables, las fotos que ha divulgado en las redes sociales el Estado Islámico de Irak y del Levante (EIIL) son las únicas informaciones visuales procedentes de lugares a los que ningún periodista puede acceder sin arriesgar su vida o a ser secuestrado.
«Hay que mostrar lo que ha ocurrido», explica en el Blog Focus de la AFP, Patrick Baz, responsable de foto de la agencia para Oriente Medio y África del Norte.
«Estas fotos son los únicos testimonios disponibles. Es cierto que sobre todo tienen un objetivo propagandístico para aterrorizar al enemigo pero se trata de ilustraciones que van a entrar en la historia».
Pero la AFP no utiliza imágenes de violencia gratuita cuyo valor informativo es nulo (como la de militantes que enarbolan cabezas decapitadas). Y a la mínima sospecha de manipulación, las fotos que se recuperan en internet son sometidas al Tungsteno, un programa informático para la detección de manipulación fotográfica.