Se le zafó el seguro. Al mayor general José Armando Polanco Gómez, jefe de la Policía Nacional,  se le zafó el seguro,  aunque justo es  reconocer que la audacia, la violencia y la desfachatez conque actúan los delincuentes  sacan de quicio a cualquiera. Su desafío público a un presunto delincuente (la presunción  de inocencia, general,  todavía es un principio jurídico válido en la sociedad en que vivimos), al que se señala como responsable de la muerte de un coronel de la institución, parece el pronunciamiento del comisario de un violento  pueblo del oeste norteamericano y no  del jefe de la institución responsable de velar por el orden público en un país  democrático donde impera el estado de derecho.

Y no nos  engañemos: lo que el jefe policial ha querido decir, y así lo hemos interpretado todos, es que ese presunto delincuente lleva a cuestas su sentencia de muerte.

Alivio inesperado. La famosa cuesta de enero será menos ardua   gracias a la decisión  de muchos supermercados, a los que se han sumado importantes empresas comerciales, de asumir el Itbis que le cobrarían a sus clientes con  la entrada en vigencia de la reforma tributaria. Un alivio inesperado para el consumidor,  pero también para el Gobierno, principal destinatario del disgusto que generarán  los nuevos impuestos. Con razón el presidente Danilo Medina agradeció de inmediato el gesto.

Predicciones. No es por nada, pero cuando el Foro Social Alternativo predice que el 2013 será un año de protestas callejeras como consecuencia de la inseguridad, el desempleo, la crisis energética, las alzas de productos básicos, la falta de salud y agua potable, despidos masivos en las empresas y la ausencia de oportunidades para los jóvenes, puede apostarse peso a morisqueta –como decía el inolvidable Magino– a que así será.