Preocupación presidencial- No sé a ustedes, pero a mi me parece particularmente chocante enterarme, por boca del Procurador General, de la preocupación del presidente Leonel Fernández por la forma en que murió el recluso José Luis Montás (El Duro Motors), quien cumplía condena de treinta años por su participación en la Matanza de Paya, y que sea esa preocupación del mandatario la primera noticia que tengamos de su existencia tras una prolongada ausencia de 14 días. ¿Le preocuparán también las alzas en los combustibles y los alimentos, las protestas callejeras en pueblos y ciudades, la suspensión del desayuno escolar, el viacrucis de los maestros y su inútil seguro médico y un largo etcétera de asuntos que deberían ser de su incumbencia?
Mayoría congresional.- La diputada perredeísta Josefa Castillo, presidenta de la Comisión de Educación de la Cámara Baja, se ha quejado en pleno hemiciclo de que sus colegas del PLD boicotean con tácticas dilatorias el conocimiento de una resolución que solicita la interpelación del Ministro de Educación, Melanio Paredes, para que explique lo que ocurre con el desayuno escolar y las recurrentes intoxicaciones, y lo mismo pasa con las vistas públicas en las que se discutiría la viabilidad de los textos integrados. He ahí, queridos lectores, otro ejemplo más de para qué sirve una mayoría congresional en una democracia secuestrada por los políticos para ponerla al servicio de sus intereses.
Asunto de lógica.- En buena lógica cabe suponer que si un coronel es sancionado con la expulsión de las filas de la Policía Nacional por permitir que varios reclusos celebren una rumbosa fiesta, champaña incluida, en la carcel de Najayo, igual o peor suerte debería correr el responsable (o los responsables) de que un recluso muera de una infección por no recibir atención médica oportuna.