Bagazos.- Es una historia amarga y dolorosa la de nuestra industria azucarera, en otros tiempos espina dorsal de nuestra economía, y nada  resume mejor uno de sus más negros capítulos –la privatización del Consejo Estatal del Azúcar (CEA)  iniciada en 1997–  que el lastimoso reclamo de cientos de trabajadores cañeros que andan por ahí mendigando una pensión digna a un gobierno que los insulta con su indiferencia. Se trata del mismo gobierno, oportuno es señalarlo, que reparte pensiones graciosamente y con generosidad  a gente que no la necesita, y ni hablar de  los que ni siquiera la merecen  pero tienen un buen padrino gracias a la  politiquería y el amiguismo. Tratados como bagazos cuando han dejado de ser útiles, en su mayoría enfermos y sobreviviendo en la más absoluta miseria, a esos viejos trabajadores apenas les quedan  fuerzas y coraje suficientes para exigir  lo que legítimamente les corresponde. ¡Cuánta insensibilidad!

Plenos poderes.- Carlos Morales Troncoso, presidente del Partido Reformista Social Cristiano, acaba de recibir plenos poderes de la máxima dirigencia de esa organización para pactar cualquier tipo de alianza  de cara a los comicios de mayo próximo, y de inmediato las crónicas periodísticas se tomaron la libertad de anunciar la inminencia de un acuerdo electoral con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y su candidato Danilo Medina. Lo que no parece tan claro ni tan fácil de determinar es cuántos votos aportará el Canciller a esa alianza predecible, sobre todo después de escuchar al candidato del Partido Revolucionario Dominicano, Hipólito Mejía, proclamar que la verdadera alianza de los reformistas-balagueristas es con su candidatura.