Qué se dice

Qué se dice

Reconocimientos.- Son una herencia maldita del trujillismo, como otras tantas cosas que todavía son parte de nuestra cultura política e institucional, pero como el dominicano es un pueblo que no aprende de sus errores todavía anda gente por ahí aferrada a usos y prácticas que deberían estar sepultadas en el más absoluto y definitivo de los olvidos, pues traen recuerdos demasiado amargos y desagradables.

El Senado de la República aprobó en su sesión del pasado martes un proyecto de resolución que reconoce al presidente Leonel Fernández por su decisión de someter al consenso de los distintos sectores de la sociedad dominicana su proyecto de reforma constitucional, actualmente en el Congreso Nacional.

Según  ese proyecto de resolución, de la autoría de los senadores Prim Pujals, Amílcar Romero y Adriano Sánchez, el reconocimiento al mandatario será también por su adecuado ejercicio de liderazgo, su forma (¿?) de enfrentar la crisis financiera internacional, su combate al narcotráfico y la corrupción (¿?), y su empeño en depurar las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional de los antisociales (el presidente Fernández hubiera  preferido que los llamaran “lacras”) que las han infiltrado hasta los tuétanos,  todo esto en procura de cuidar los destinos y el bienestar de República Dominicana.

Cualquier ingenuo ciudadano, de esos que creen vivir, hasta prueba en contrario, en una democracia, opinaría que para hacer todo eso y mucho mas es que se le paga, y muy bien, a un Presidente de la República en el país mas presidencialista de la bolita del mundo, y que no constituye ningún mérito en particular el que cumpla a satisfacción  con los deberes y responsabilidades para los cuales fue electo, pero como “E`pa` lante que vamos” hay que estar preparados  para cualquier cosa. Por cierto, ¿cuándo empieza la etapa de sugerir la colocación de bustos y estatuas en oficinas y plazas públicas para honrar la inmarcesible grandeza del Príncipe?

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