Qué se dice

Qué se dice

Más claro de ahí… El mensaje del ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, al embajador haitiano, no ha podido ser más claro y contundente: búsquese pronto  un lugar a donde llevar a los más de cien obreros  que desde hace más de un mes permanecen frente al Ministerio de Trabajo, en reclamo del pago de las prestaciones laborales que les adeuda el empresario que los contrató y los trajo desde Haití. El Ministro dice que le preocupa  que la situación   degenere en un problema de salud, por lo que  advirtió que el Estado dominicano no puede estar ajeno al hecho de que esos indocumentados permanecen a la intemperie en condiciones infrahumanas. Así que anótenlo por ahí: si el embajador Frizt Cineas no atiende pronto el llamado de Fadul, preparémonos para enterarnos de que cualquier madrugada de estas los haitianos fueron invitados a abandonar el lugar por un escuadrón Swat de la Policía.

Mucho ojo con eso.- A estas alturas ya nos hemos resignado –¿qué más remedio nos queda?– a que la delincuencia haga y deshaga a su antojo a todo lo largo y  ancho del territorio nacional, a tal punto que nadie se siente seguro en ninguna parte ni a ninguna hora del día o de la noche. Pero lanzar una bomba molotov a una escuela repleta de estudiantes y profesores, como hicieron varios individuos hasta ahora desconocidos a la escuela Anacaona de Puerto Plata, donde gracias a Dios no hubo desgracias que lamentar, es terrorismo puro y duro, es decir otra cosa muy distinta y muchísimo más peligrosa. Y como, además de delincuentes para todos los gustos y colores, incluidos los que por ser de cuello blanco se llenan los bolsillos sin ensuciarse las manos no podemos   darnos el lujo de tener también terroristas desalmados, es deber de las autoridades dar una respuesta tan rápida como  contundente a lo que acaba de ocurrir en la escuela Anacaona.

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