¿Conflicto?.-  Este no parece el momento más adecuado para un    “conflicto interinstitucional”  entre la Dirección Nacional  de Normas y Sistemas de Calidad (Digenor) y el Instituto Nacional de Protección al Consumidor (Pro Consumidor), mucho menos si la razón de ese “conflicto” lo es la queja del  director de Digenor, Julio Santana, de que Pro Consumidor usurpa las funciones que les son propias con los operativos de inspección que realiza a las envasadoras de GLP, algunas de las cuales han sido cerradas al comprobarse que engañaban a sus clientes.

La queja del señor Santana ha causado gran sorpresa, empezando por la titular de Pro Consumidor, Altagracia Paulino, quien dice que en los operativos que realiza se hace acompañar siempre de los técnicos de Digenor, como manda la ley, pero también  ha hecho que muchos nos hagamos la misma pregunta.

¿Dónde estaban Digenor y sus técnicos, en qué planeta vivían, que nunca hicieron nada sabiendo como todos sabemos que la estafa a través del GLP que se despacha en las envasadoras (Pro Consumidor calcula que cerca del 50% tiene arreglados sus dispensadores para hacer posible el timo) viene ocurriendo desde hace tiempo? Nadie quisiera pensar que el señor Santana cambió de bando de repente,  o que forme parte de una campaña de descrédito contra el trabajo que está realizando Pro Consumidor en favor de la población, como sugirió la funcionaria, pero es evidente que la queja, al producirse  en medio de la “persecución” contra  las envasadoras, resulta altamente sospechosa.

Ojalá solo se trate de un malentendido o producto de los celos que podría despertar  el papel protagónico, pero también valiente, de Altagracia Paulino,  pues sería una lástima que un esfuerzo tan importante como lo es devolverle a los ciudadanos el derecho a no ser engañados al adquirir cualquier producto sea boicoteado o  mediatizado por los mismos llamados a ser guardianes celosos del cumplimiento de ese sagrado derecho.