¿El huevo o la gallina?- El secretario de Agricultura, Salvador –Chío– Jiménez, declaró no explicarse las causas por las cuales los pollos y los huevos mantienen tan altos precios no obstante las sustanciales reducciones que han sufrido en el mercado internacional las principales materias primas que utiliza la industria avícola nacional, por lo que responsabilizó a los supermercados, colmados y otros intermediarios de que pollos y huevos se mantengan –literalmente– por las nubes.
Pero ni cortos ni perezosos, los comerciantes agrupados en la Federación Dominicana de Comerciantes y la Organización Nacional de Empresas Comerciales le respondieron de inmediato, negando que sean los culpables de unos precios que impone la dinámica natural del mercado, quejándose de que el funcionario los utilice como chivos expiatorios, acusándolo de ñapa de querer justificar con su actitud la creación de oligopolios que tan solo benefician a cuatro o cinco empresas. ¿Cómo saber, en este caso, quién dice la verdad y quién miente? Con razón todavía se ignora quién fue primero, si el huevo o la gallina.
Cuestión de intereses. Todo iba de maravilla, de paños y nanteles, en la cacareada Cumbre Presidencial, hasta que llegó la hora de poner en práctica lo allí acordado. El decreto que prohíbe a los aeropuertos continuar el cobro de un porcentaje de la carga transportada, una demanda del sector exportador consensuada en su seno, ha sido rechazada por representantes de las empresas que administran los aeropuertos del país, que argumentan que la decisión afecta seriamente su competitividad.
¿Qué hará el gobierno? ¿Dejar eso así por tratarse de una demanda legítima surgida de su Cumbre? ¿Dar marcha atrás para complacer a los que dicen sentirse afectados, abjurando de su propia criatura y de paso burlándose de los exportadores? Hay ocasiones en que los gobiernos no tienen otra opción que no sea gobernar.