Remedio para el caos- Parece que el problema del caos que caracteriza el tránsito urbano en nuestras grandes ciudades no es tan difícil de resolver, después de todo: basta tan solo con hacer cumplir las leyes y ordenanzas municipales, acompañado de una intensa campaña de concientización y educación que oriente a la ciudadanía sobre las leyes de tránsito, así como del valor de la urbanidad y la buena educación como parte esencial de una convivencia armoniosa, respetuosa y civilizada. Durante su comparecencia, esta semana, al Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, arquitectos y urbanistas coincidieron en señalar la falta de gestión como la causa principal de que la ciudad de Santo Domingo, hoy Gran Santo Domingo, haya devenido en un gigantesco caos, que nadie se haya ocupado de regular su crecimiento, tanto vertical como horizontal, ni de su ordenamiento territorial.
Claro está, para dar un giro de 360 grados a una situación que viene prácticamente desde siempre hace falta que a los gobiernos locales vaya gente dispuesta a hacer cumplir las leyes de manera responsable y sin concesiones, pero también de asumir planes y proyectos a largo plazo, más allá de los inmediatismos que impone la politiquería, que contribuyan a mejorar la calidad de vida de sus habitantes. ¿Cuáles de los candidatos que andan por ahí ofreciendo villas y castillas, a propósito de las elecciones congresionales y municipales a la vuelta de la esquina, reúnen esos requisitos? Responder esa pregunta será nuestra principal tarea, de aquí al 16 de mayo, como ciudadanos responsables y mas que nada dispuestos a no seguir permitiendo que los políticos se sigan alzando con el santo y la limosna.