Manos perversas.- El Fiscal del Distrito Nacional, quien ayer ordenó una investigación para determinar quién sustrajo y filtró a los medios de comunicación una lista donde figura un fiscal y una jueza como beneficiarios de sobornos del marcotraficante prófugo José Figueroa Agosto, debería ser el primero en estar consciente de que la cantidad de personas con acceso a esa lista tiene que ser, necesariamente, limitada, por lo que cualquier pesquisa que se haga debe empezar por esas personas, donde seguro están también las manos perversas que, según el doctor Alejandro Moscoso Segarra, alteraron el documento para desacreditar al Ministerio Público y al propio proceso investigativo.
A estas alturas de las investigaciones, y después de lo que ha sucedido desde la fuga de Figueroa Agosto y Sobeida Félix Morel, sobre todo tras del espectacular asesinato del ex coronel de la Policía Nacional José Amado González González, el doctor Moscoso Segarra debería sospechar ya dónde están sus verdaderos enemigos, es decir aquellos que no tienen ningún interés en que la investigación avance, que llegue –como se ha estado reclamando de manera insistente– hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga y sin importar prestancia social, rango o influencia política.
¿Quienes, al amparo de las sombras, conspiran desde dentro para que la investigación naufrague o se desacredite? Si el fiscal del Distrito Nacional le encuentra respuesta a esa pregunta habrá develado por fin el Gran Misterio, sabrá porqué sus investigadores han enfrentado, desde el principio, tantos obstáculos, y también a quién pertenecen, o por orden de quién actuaron, las manos perversas que han sacado a la luz la ya famosa lista de gastos del narcotraficante que más carpeta ha dado en este país.