Qué se dice

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El peor ciego.- ¿Cuáles son los personajes dentro del gobierno a los que molestan la presencia y las denuncias del doctor Marino Vinicio Castillo? ¿Quiénes representan  los “intereses sórdidos” a los que  ha estado enfrentándose? ¿Dónde están los grupos “audaces y peligrosos” que están haciendo diabluras desde la administración pública? Son preguntas que rondan las cabezas de mucha gente desde que  el doctor Castillo aprovechó un acto de la Fuerza Nacional Progresista  para externar algunas quejas y críticas contra el gobierno, sus funcionarios y el trato recibido por la organización de  parte del PLD, del que ha sido su más consistente y fiel aliado electoral.

Para nadie era un secreto que las relaciones entre ambas organizaciones no son, precisamente, color de rosas, y aunque  sorprende que las desavenencias hayan llegado tan lejos, al extremo de que el veterano jurista  no ha tenido reparos en calificar como un error el pacto por la reforma constitucional rubricado entre el presidente Leonel Fernández y el ingeniero Miguel Vargas Maldonado, presidente del PRD,  no parecen  razones suficientes para quebrar una alianza tan estrecha, duradera y ventajosa para ambas partes.

Lo de los “grupos audaces y peligrosos” que, según el doctor Castillo, operan desde el gobierno  es otro cantar muy distinto, pues confirma muchas sospechas y temores sobre los niveles de infiltración que han logrado el narcotráfico y el crimen organizado en el Estado, sobre todo en sus organismos armados y de seguridad, de lo que el doctor Castillo viene advirtiendo desde hace tiempo sin que, curiosamente, nadie le haga el más mínimo caso no obstante su condición  de asesor presidencial en materia de drogas o su conocida ascendencia sobre el mandatario, quien lo ha distinguido (recuerden que en algún momento lo llamó su “líder”) como a ningún otro político dominicano. ¿Por qué nadie en el gobierno quiere ver lo que desde fuera se ve con tanta claridad que espanta?

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