Premio de consolación.- Todo parece indicar que van en serio los aprestos de la dirección del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) de postular a Sonya Romero, esposa de Julio Romero, como candidata a diputada por la circunscripción número uno del municipio Santo Domingo Este, decisión que ha provocado una inmediata controversia y que ha sido definida por el diputado Neney Cabrera, vocero de la bancada perredeísta en la Cámara Baja, como un premio de consolación para el legislador, quien tuvo que desistir de sus aspiraciones de repostularse debido al escándalo en que se vio envuelto tras hacerse pública su relación sentimental con una menor de edad a la que dejó embarazada.
La decisión de postular a su esposa, de la que Romero sería su jefe de campaña, ha vuelto a poner en pie de guerra a los grupos feministas que se opusieron de manera rabiosa a su repostulación, pues la consideran una burla a la sociedad dominicana, a la mujer, al sistema de partidos y a la Junta Central Electoral (JCE). Vale recordar que los premios de consolación fueron un invento del genio componedor de José Francisco Peña Gómez como una forma de restañar las heridas dejadas por los procesos internos perredeístas, siempre traumáticos y siempre dolorosos, pero también como una manera de mantener cierto equilibrio entre los grupos y liderazgos que gravitan en el seno del PRD, y facilitar así la convivencia y la unidad partidaria en medio de tantos intereses contrapuestos.
Desde entonces para acá, obviamente, son muchas las cosas que han cambiado, y de qué manera, en el nuevo PRD, incluído –por supuesto– el concepto de premio de consolación que con tanta sabiduría y sentido del equilibrio manejó el extinto líder perredeísta.