Prioridades
A pesar de que la secretaria de Educación responde, cada vez que le ponen el tema, que en la cartera reposa un inventario pormenorizado del estado físico en que se encuentran las escuelas del país, la prensa sigue publicando con profusión, como si se hubiera puesto tácitamente de acuerdo, deplorables imágenes de escuelas cayéndose a pedazos, de estudiantes cargando sus propias «butacas» sobre sus cabezas, o simplemente sentados en el suelo, en condiciones poco adecuadas para recibir el sagrado alimento que allí van a buscar: conocimiento.

¿Ganas de fastidiar a doña Alejandrina? ¡Por supuesto que no! Como no ha tenido ganas de fastidiarla, tampoco, el representante de UNICEF en el país, Tad Palac, al recordar a nuestras autoridades, durante un discurso a propósito de la celebración del Día Mundial de los Derechos de la Niñez, que mientras el sistema educativo dominicano carezca de mobiliario suficiente y escuelas con infraestructuras inadecuadas no será posible garantizar esos derechos. Ese empeño de los periódicos, con acuerdo o sin acuerdo, por resaltar los terribles problemas que aquejan a nuestro sistema de educación pública no es producto de una simple coincidencia y ojalá que así lo entienda el gobierno, que es al fin y al cabo al que más conviene -porque es su principal responsabilidad- estar al tanto  de cuáles son las verdaderas prioridades del país.

Estilos de gobernar

Saque usted las conclusiones que quiera, sobre todo si está en ánimo de buscarle la quinta pata al gato, que por aquí cumplimos con la obligación de poner las cosas en su contexto, para que cada quien se sirva a su gusto y mejor conveniencia. El presidente Leonel Fernández no ha asistido, en lo que va de su gobierno, a ninguna de las actividades celebradas en la sede central de las Fuerzas Armadas, a pesar de la importancia que revisten esos actos, encabezados en su mayoría por el Estado Mayor General de los cuerpos castrenses. El pasado jueves por ejemplo, cuando se celebró el Día de San Miguel Arcángel, patrón del Ejército Nacional, tampoco estuvo presente el Comandante en Jefe, por lo que hubo que prescindir, como parte central del solemne acto, de los «honores militares de estilo» que se le suele rendir. Hipólito era «loco» con los guardias, con los que andaba para arriba y para abajo, pero el presidente Fernández prefiere mantener las debidas distancias. Cuestión de estilo.

¡Play ball!

Y parece que sí, que habrá que habilitar un estadio de beisbol para meter allí a todos los implicados en el escándalo de los pasaportes oficiales concedidos a falsos regidores, como sugirió -con más falta de verguenza que deseos de ayudar- uno de los acusados, que cada día que pasa se parece más a una bola de nieve que se hace más y más grande a medida que desciende por el despeñadero. Más de treinta personas han sido detenidas hasta ahora, entre ellas más de veinte regidores y por lo menos siete oficiales civiles, pero todavía faltan muchas mas, tal y como se ha escuchado decir a las autoridades responsables de las investigaciones. Sería prudente, así las cosas, que vayamos localizando entonces el estadio donde vamos a meter a toda esa gente, y ojalá que sea amplio, que quepa la mayor cantidad de público posible, pues se trata de un juicio que esta sociedad merece disfrutar a casa llena.