Obras inconclusas…- Este es un gobierno que se canta y se llora, como reza el dicho, y por eso a veces resulta tan difícil descifrar algunas de sus políticas. Mientras por un lado proclama, a través de sus voceros, que las protestas que se producen en distintos puntos del país en reclamo de obras y mejoría de servicios básicos son producto de la agitación política, que solo pretenden desestabilizar el país, por el otro se reúne con los promotores de esas protestas, tanto de la región Este como del Cibao, a los que decide complacer anunciando el inicio de la construcción y reconstrucción de obras por más de RD$500 millones, a cargo de la Secretaría de Obras Públicas y la Oficina Supervisora de Obras del Estado.
La práctica de nuestros gobiernos, de este y los anteriores, de iniciar obras y dejarlas a medio talle ha sido fuente permanente de frustración para las comunidades destinadas a recibir sus beneficios, que interpretan esa paralización como una burla. No es, por tanto, una coincidencia que entre las obras reclamadas tanto en el Cibao como en la región Este figure una gran cantidad actualmente paralizadas, sea por falta de recursos conqué concluirlas o simplemente porque lo que ha faltado ha sido el interés del gobierno. Tal vez ahora, que el horno no está para galleticas y que, sobre todo, las autoridades han tenido la oportunidad de constatar que lo que esas comunidades y su gente reclaman son obras concretas llamadas a satisfacer necesidades que vienen acumulándose durante décadas de indolencia gubernamental, se deja a un lado esa perniciosa costumbre y se termina lo que se comenzó. Sería la mejor contribución de este gobierno a la paz (que tanto le preocupa) y el progreso (que tanto cacarea), que no por casualidad siempre andan de la mano.