El Boulevar-   Hay que saludar, aplaudir y celebrar los trabajos que realiza el ayuntamiento del Distrito Nacional para rehabilitar, dotándolo de un nuevo diseño paisajístico y renovando por completo sus jardines,  el Boulevar de la 27 de Febrero, mas que nada porque se trata de un espacio público en el que  se invirtió un montón de dinero para dejarlo caer en un estado de abandono tan penoso como inexplicable. Pero como en este país sufrimos de cometer, una y otra vez, los mismos errores, tal vez sea  pertinente preguntar al síndico Roberto Salcedo  si ya se pensó en cómo evitar que el Boulevar vuelva a  convertirse en madriguera de alimañas, si ya se pensó dónde van a parquear sus vehículos quienes deseen disfrutar  de sus “encantos urbanos iniciales”, y si habrá algún tipo de vigilancia para evitar que en las noches el lugar sea utilizado como motel público o territorio libre para el consumo de drogas. La experiencia nos enseñó que ninguna de esas inquietudes es ociosa, como tampoco es ocioso preguntar, como quien no quiere la cosa,  cuánto nos costará  reconstruir  lo que  destruyó con tanta eficacia la irresponsabilidad y la indolencia.

Alianza nefasta.- ¿Quién será el político al que Toño Leña, no mas pisar suelo dominicano, responsabiliza del “lío” en el que está metido? La pregunta anda de boca en boca en los mentideros nacionales, donde se  barajan nombres, apellidos y cargos, convencidos todos  de que ese  político  existe y de que el hombre al que se acusa de ocho casos de narcotráfico ciertamente le prestó dinero. ¿Qué por qué se le cree  a Toño Leña? Porque a estas alturas ya nadie se atreve a negar que la alianza entre narcos y políticos representa una  amenaza real para la democracia dominicana y sus instituciones, como nadie se atreve a discutir tampoco que no  se está haciendo lo suficiente para evitar que esa amenaza se materialice.