Qué  se dice

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Falsas soluciones.- Ayer nos enteramos de que la “solución” al impasse alrededor del Centro de Cómputos de la JCE costará 16 millones de pesos, que lógicamente  saldrán de los bolsillos de los contribuyentes, pues a partir de ayer ese departamento cuenta con tres nuevos funcionarios con la misma calidad, y por supuesto también el mismo sueldo, que el titular Franklin Frías, que entre salario y beneficios colaterales se embolsilla RD$371 mil cada mes.

Por enésima ocasión la debilidad de nuestras instituciones, sobre todo de aquellas diseñadas para dirimir los conflictos propios de las democracias, degenera en una crisis que obliga a pactar soluciones que no son tales pues se producen, precisamente,   al margen de los cauces institucionales. Por eso sorprende que haya tanta gente congratulándose o reclamando méritos por haber acallado un ruido tan molesto que en algún momento se llegó a temer que pusiese en riesgo la credibilidad del proceso electoral, cuando en realidad se trató de una derrota, en este caso particularmente dolorosa, para la democracia dominicana, que sigue demostrando que sus instituciones fundamentales siguen estando subordinadas a los tejemenajes de los políticos y sus sordas guerras de intereses.

Compromiso.- Aprovechamos este espacio para tomarle la palabra al doctor Roberto Rosario Márquez, presidente de la JCE, pues su discurso pronunciado en el Altar de la Patria, a donde acudió acompañado de una delegación del tribunal de comicios a depositar una ofrenda floral,  constituyen un excelente   augurio en la apertura formal de la campaña electoral proclamada ayer. ”La ocasión es propicia para que en este lugar sagrado donde descansan, renovemos nuestro compromiso frente a Duarte, Sánchez y Mella, y frente a toda la nación dominicana, de que organizaremos las más limpias y transparentes elecciones que se hayan celebrado en la República Dominicana”. Que así sea.

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