Mocanerías.- El doctor Bautista Rojas Gómez ha sido muy duro con las autoridades edilicias de Moca el calificar la decisión de legalizar, disfrazados de farmacias municipales, los puestos de venta de muestras médicas cerrados recientemente por Salud Pública, pero independientemente de que el funcionario tiene toda la razón del mundo, pierde de vista algunas cosas que quizás expliquen la vergonzosa resolución aprobada a unanimidad por los regidores mocanos.
En primer lugar, el problema social que representa el cierre definitivo de todos esos negocios, lo que agudiza el serio problema de desempleo que golpea a la provincia, y en segundo lugar el costo político –las elecciones congresionales y municipales están a la vuelta de la esquina– con el que habrán de cargar sus autoridades (del oficialista PLD) a consecuencia de la erradicación de un negocio que por llevar tantos años operando ha echado raíces en una comunidad que no parece estar convencida, como evidentemente tampoco lo están sus autoridades, de que promueven y participan en una actividad ilegal que además atenta contra la salud y la vida de las personas.
La política, compay.- Reynaldo Pared Pérez, presidente del Senado, atribuye intención política a los recursos judiciales incoados contra la reforma a la Constitución a través de una Asamblea Revisora, promovidas por sectores interesados en torpedear, deslucir y desprestigiar este proceso. Lo curioso es que Pered Pérez, un político rejugado, hace esa afirmación con el propósito de descalificar a los promotores de esas iniciativas como si se tratara de algo ilegítimo o pecaminoso, olvidando que la reforma constitucional enviada al Congreso Nacional por el Poder Ejecutivo es un acto esencialmente político, mucho mas si, como señalan algunos de sus críticos, ha sido diseñada a la medida de un proyecto político personal llamado Leonel Fernández Reyna.