Cantinflas desesperado.- Si el propósito de la gente del ingeniero Miguel Vargas Maldonado era ponerle un toque de humor a la emponzoñada crisis perredeísta con la ayuda del siempre ocurrente Víctor Céspedes Martínez, el hombre del no os desesperéis, hay que decir que, lamentablemente, no lograron su objetivo.
Tal vez porque el inolvidable Cantinflas, cuyo humor disfrutaron, décadas atrás, millones de latinoamericanos, ya no es tan popular ni conocido, pero lo cierto es que nadie se rió cuando el exprocurador General de la República declaró a este diario que la gestión de Vargas Maldonado, quien fue electo, según el certificado expedido recientemente por la Junta Central Electoral, para presidir el PRD del 2009 al 2013, ha sido objeto de una interrupción de mandato provocada por la ingobernabilidad que ha generado la confrontación con el expresidente Hipólito Mejía y sus seguidores.
¿Ha escuchado alguien a Vargas Maldonado decir en algún momento, a todo lo largo de la dilatada crisis perredeísta, que dejó de ser el presidente institucional del PRD debido a que sus funciones estaban suspendidas? ¿Ahora resulta que el grupo al que acorraló, persiguió y finalmente expulsó sumariamente le ha hecho además el favor de ofrecerle la excusa perfecta para quedarse indefinidamente en la presidencia del PRD? ¡Menos cinismo, por favor! Desde las gradas se ve clarito que a Vargas Maldonado y sus asesores se le agotaron los argumentos para justificar su permanencia en la presidencia del PRD mas allá del período para el cual fue electo, y de ahí el desesperado intento de traer a Céspedes Martínez, siempre ocurrente, para que rompa el disparatómetro con sus disparatadas declaraciones. Y todo para posponer el momento en el que Vargas Maldonado tenga que darle la cara a las bases perredeístas, ansiosas por ajustar cuentas con los responsables de que lleven casi nueve años (y lo que falta) jalando aire en la oposición.