Qué se dice

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Casos aislados
Primero aparecen como protestas focalizadas, como si se tratara de «casos aislados» de un brote infeccioso, en demanda de la reconstrucción de una carretera inservible, como ocurrió esta semana en Tenares, o la reparación de varias escuelas, como sucedió ayer en Barahona. Pero con el tiempo esos «casos aislados» se harán más frecuentes en el tiempo y en el espacio, pues una deuda social tan grande, que se arrastra desde hace tanto tiempo, no resiste muchos remiendos ni postergaciones.

A partir del lunes organizaciones comunitarias de Miches, provincia El Seibo, iniciarán una huelga de 72 horas en reclamo de la reparación de una carretera y otras obras, entre ellas la pavimentación de las calles, la construcción de un sistema cloacal y el reinicio de los trabajos de construcción del anhelado acueducto. Y pasará lo mismo, en cualquier otro punto del país, la próxima semana o la siguiente. Y así seguirá ocurriendo, por lo menos mientras esa gente mire hacia la Capital, «donde se hacen los cheques», y lo que vea sea a un gobierno que construye un metro, coquetea con una isla artificial, acelera los estudios para levantar un elevado «tipo trompeta» y otras muchas maravillas mas, mientras a ellos, simple y sencillamente, se los está llevando el mismo diablo.

Pie de amigo

Las cosas como son: nadie puede decir que no se alegra del anuncio del secretario de Obra Públicas de que esa cartera dispone de 500 millones de pesos para dedicarlos a reparar y pavimentar las principales calles y avenidas del Gran Santo Domingo, principalmente en el Distrito Nacional, convertidas en un verdadero infierno debido a su mal estado. Esa decisión significará igualmente, también hay que decirlo, un valioso «pie de amigo» para Roberto Salcedo, quien acompañó al ingeniero Freddy Pérez en la rueda de prensa donde se hizo el anuncio, pues el énfasis que se hará en el Distrito Nacional tendrá, inevitablemente, un extraordinario efecto político en beneficio de un síndico que busca seguir al frente del gobierno de la Ciudad Primada, como es el caso del popular productor de televisión. Habrá que ver ahora qué dicen los demás síndicos de la provincia, con iguales o peores problemas que el Distrito Nacional en las calles y avenidas de sus respectivos municipios, a los que no habrá que rogar para que digan que se trata de un «irritante privilegio». Y a lo mejor hasta tienen razón.

Razones de peso

El senador Manuel Emilio Ramírez, perredeísta por Elías Piña, se opone a una reforma constitucional para eliminar el «Jus Solis» de nuestra Carta Magna, pues entiende que una decisión de esa naturaleza nos pondría en una posición muy embarazosa ante una comunidad internacional que en todo lo que hacemos ve una fuente de agravio o maltrato contra los haitianos. El legislador cita, sin embargo, otra razón de mucho más peso para rechazar ese proyecto de ley, de la autoría de otro senador perredeísta, que el PRD debería ponderar muy bien: constituye una negación a la historia de un partido político cuyo líder, el doctor José Francisco Peña Gómez, padeció en carne viva, y durante largos años, el escarnio y la humillación de ver cómo se le regateaba la nacionalidad a la que tenía derecho por su nacimiento, a pesar de su origen. El tema racial, junto al haitiano, fue siempre tratado con mucho tacto, delicadeza y respeto en el partido del célebre jacho prendío, pero es obvio que esos tiempos han quedado atrás. ¡Qué pena!

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