Primitivismo policial-. Lo que sucedió el pasado domingo en la ciudad de Santiago, donde fue dispersada a tiros y bombazos una marcha del PRD integrada mayormente por mujeres y niños que protestaban, cacerolas en manos, contra el alto costo de la vida, es un acto de primitivismo policial absolutamente innecesario, pues los agentes no solo golpearon a las manifestantes sino que apresaron ¡a una niña de cinco años! Para colmo, el atropello pareciera darle la razón al comando de campaña del PRD, que hace unos días denunció que desde el gobierno se intenta intimidar a su militancia, en alusión al apresamiento la semana pasada de cuatro dirigentes de ese partido sin que, hasta ahora, se haya ofrecido una explicación convincente y satisfactoria de las razones de esas detenciones.
Lo que llama la atención de ese comportamiento es que en Santiago, una de las principales plazas electorales, es inocultable el malestar de ciertos sectores de la población con el gobierno y el PLD, como lo demuestra la gran cantidad de protestas que desde hace unos meses se producen en distintos sectores de esa ciudad en demanda de obras sociales y comunitarias o de que las autoridades honren promesas incumplidas, algo que no deberían ignorar sus estrategas, que de seguro también leen los periódicos. Cuesta creer, porque va en sentido contrario a la racionalidad política, que el gobierno conspire contra sus propios intereses en Santiago, pero los hechos no indican otra cosa.
La frase del día.- Que se averigüe todo, porque la diafanidad de las cosas no trae nada más que bien. Ella lo ha negado, pues bueno; decir una cosa es muy fácil, pero probarla es más difícil. Monseñor Francisco José Arnaiz, obispo emérito de Santo Domingo, al referirse a la denuncia de que la Primera Dama, Margarita Cedeño de Fernández, posee una cuenta millonaria en euros en un banco de Dinamarca.