Emulando al maestro.- ¿Es creíble que el Presidente de la República, a quien se reputa como el hombre mejor informado del país, ignorase un asunto que se viene debatiendo desde hace días en los periódicos, la radio y la televisión como son los aprestos de medio centenar de diputados peledeístas para presentar su candidatura al Comité Central? ¿Sobre qué hay que reflexionar si el mandatario sabe mejor que nadie que la Constitución le prohíbe reelegirse? El presidente Leonel Fernández ha vuelto a hacer de las suyas, a sembrar dudas sobre sus verdaderas intenciones respecto a su reelección sin parar mientes en el daño que provoca a su partido ni en la confusión que genera, un retorcido juego político al que parece haberse aficionado desde que le cogió el gustico al poder y que cualquiera diría emula del doctor Joaquín Balaguer, su referente e inspiración en el arte de gobernar para siempre, o hasta que el cuerpo aguante, esta doliente media isla.
Otro clavo en el ataúd.- Si bien la metáfora que encabeza estas líneas pudiera considerarse un tanto siniestra resulta muy útil para describir lo que representa para la causa de Miguel Vargas Maldonado y sus seguidores, negados a reconocer los adversos resultados de la convención perredeísta del pasado seis de marzo, los encendidos elogios, recogidos en primera plana por los principales diarios, del presidente de la JCE a un proceso que catalogó de ejemplar y a una Comisión Organizadora que demostró que el PRD sí tiene capacidad de arbitraje. La bendición de Roberto Rosario a la convención de la que se declaró ganador al ex presidente Hipólito Mejía es otra batalla perdida del MVP frente a la opinión pública, donde verdaderamente se está librando la guerra post convencional, y sin duda hace mucho mas empinado y trabajoso el camino elegido por quienes en el PRD se resisten a aceptar el veredicto de las urnas.