Qué  se dice

Qué  se dice

Aspaviento.- Primero fue Hotoniel Bonilla, quien con su carita de yonofuí tuvo el tupé de afirmar que los informes de Transparencia Internacional,  en los que el país obtiene siempre tan malas calificaciones, hay que leerlos entre líneas debido a que se nutren de informaciones que le suministra Participación Ciudadana,  y ayer fueron el Ministro de Interior   y el jefe de la Policía Nacional, quienes convocaron  a una rueda de prensa para con cara de preocupación alertar sobre la existencia de un “plan de descrédito” contra la imagen del país orquestado por organismos locales e internacionales  que con denuncias de supuestas violaciones  a los derechos humanos  por parte de  la Policía persiguen  el perverso objetivo  de dañar nuestra industria  turística, desestabilizar la  economía y malograr la paz social y política del país. ¿Desde cuándo Amnistía Internacional tiene tanto poder? O pongámoslo  de otra manera ¿Desde cuándo el Estado dominicano es tan frágil  que una denuncia de un grupo de ONG´s puede hacerlo colapsar? Si no conociéramos, por amarga experiencia, el comportamiento de nuestra Policía nos tomaríamos en serio esa denuncia, y ni hablar del titular de la Dirección Nacional de Persecución de la Corrupción, quien no deja de asombrar  con su cinismo y falta de prigilio. Pero ese desafinado trío, con tan pobre acompañamiento, persigue un objetivo nada inocente: restar legitimidad a las organizaciones, tanto locales como extranjeras, que velan por el buen manejo de los recursos públicos y el respeto a los derechos humanos. Se trata, por supuesto, de un esfuerzo de antemano condenado al fracaso pues a estas alturas esos aspavientos no engañan a nadie, pero que refleja nítidamente el talante de un gobierno al que cada vez le resulta más difícil ocultar su intolerancia ante el  escrutinio de sus acciones y omisiones, justamente lo que caracteriza las “dictaduras  democráticas” de nuevo cuño que   florecen silvestres  en el otrora Continente de la Esperanza.

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