¿Quién le pone el cascabel a Amable? .- “En este país hay gente como Amable que se creen que pueden hacer lo que les venga en  ganas, irrespetando a sus electores y a los poderes públicos. Esa vagabundería hay que pararla…”. Duras palabras, sin duda, las que ha utilizado el senador peledeísta por La Vega Euclides Sánchez para referirse a  Amable Aristy Castro, quien tiene un pie en la Liga Municipal Dominicana, donde ha permanecido los últimos ocho años tras renunciar a la senaduría por la provincia La Altagracia, y el otro pie en la curul ganada  por tercera elección consecutiva y de la que no ha tomado posesión todavía a pesar de que ya fue escogido por la dirección de su partido, el Reformista Social Cristiano, para que  represente a la organización en el Consejo Nacional de la Magistratura. Como tantos ciudadanos de  este país hartos de los desmanes de los políticos tengo que darle la razón  al legislador peledeísta,  solidarizándome con  su exigencia de que se le ponga freno a la descarada afrenta a la institucionalidad que constituye el comportamiento del  político higueyano, quien se burla así     “de los infelices electores de Higuey”, en lo particular, y de la democracia dominicana en sentido general. Pero como siempre es bueno poner las cosas en su lugar, mas que nada porque así se pueden entender mejor, en lo que se averigua quién le pone el cascabel a Amable Aristy  permítaseme   recordarle al   senador Euclides Sánchez  que  si hoy la sociedad dominicana contempla con justificado desagrado el poco edificante espectáculo que ofrece el dirigente reformista se lo debemos a los peledeístas que le dieron su apoyo, como parte de su política de alianzas, para que entronizara su señorío en el organismo asesor de los ayuntamientos del país.